CONSCIENCIA

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CONSCIENCIA 


Lo que vamos a tratar en estas próximas ocho sesiones se basa en las Leyes Universales que tratamos anteriormente, relacionadas con los diferentes planos de consciencia del ser humano.

Se nos dice que Todo es Mente. El Universo y la vida que vivimos se rigen por esas leyes, a las que poco a poco algunas teorías del nuevo paradigma científico se van aproximando. 

La primera Ley, la del Mentalismo.
Se dice que la Conciencia Plena o Causa Original, frenando energías de elevadas vibraciones, llega a manifestarse en la materia más densa. Ese sería el camino de ida. 
Después, esa Conciencia, a medida que va teniendo consciencia de ella misma y se conoce a sí misma, asume su densa vibración y comienza el camino de vuelta.
Pero así como el camino de ida es ignorancia e inocencia, el camino de vuelta se rige por lo que vamos conociendo y asumiendo, la consciencia va despertando en la Conciencia de Ser. Por lo tanto, desde la vibración más densa de la materia iniciamos el camino de vuelta. 
Por poner un ejemplo comprensible: desde la piedra o plano mineral (vibración muy densa) la vida evoluciona y se manifiesta en los diversos planos de la naturaleza (vegetal, animal, humano…). La vibración se eleva y, en el ser humano, además de los sentidos y del instinto que comparte con los animales, surge el intelecto, el razonamiento y la intuición. El velo de la ignorancia se va desvelando.
A partir del pensar e intuir podemos iniciar ese camino de vuelta con consciencia de nuestros propios actos, sentimientos, emociones, palabras y pensamientos. Es desde ahí que nuestro libre albedrío nos llevará por el sendero que decidamos escoger. 
¿Cuántas vidas necesito? Depende de lo que me entretenga. ¿Prefiero quedarme mucho tiempo solamente en el mundo de los sentidos? ¿O reflexionar, conocer y conocerme, observarme, sentirme, vivir en el mundo con consciencia propia, seguir el camino de vuelta con orden, con coherencia, sabiendo que lo hemos decidido seguir?

Es entonces cuando se puede comenzar a construir ese puente hacia el alma o tríada superior, el antakarana. Pero tú decides. 
Mientras estamos únicamente viviendo en la materia más densa, es porque eso se corresponde con nuestra vibración (recordad las Leyes Universales). Nada es bueno o malo porque sí, todo es tal como debe ser según lo que hacemos, hablamos, sentimos o pensamos.
Siembra un pensamiento y cosecharás un hábito; siembra un hábito y recogerás una creencia; siembra una creencia y recogerás un carácter, y después un estado de ánimo. 
Tú ya eres así a partir de un pensamiento, es la primera Ley. De ahí vivirás lo que te corresponde vivir, dónde y cuándo, dependiendo de tu vibración. Y, si no eres consciente, la Ley del Ritmo te llevará de un polo a otro hasta que tú decidas cómo actuar, hablar, sentir y pensar. Eso elevará tu vibración y ya no sembrarás causas que te produzcan efectos no deseados. Aunque los efectos de las causas sembradas inconscientemente, deberás recogerlos y aceptarlos como la mejor lección. Por último, con el equilibrio y la coherencia adquiridos, generarás y crearás lo que decidas.

Gracias por vuestra atención. 
Sesión sobre el tema: martes 9 de abril de 2019