Sesión del martes 30.10.18
3. EL PRINCIPIO DE VIBRACIÓN
Este principio nos enseña que todo vibra, todo está en movimiento.
Todos los objetos, animales, minerales, vegetales... todo lo que existe tiene su vibración y, por consiguiente, está en movimiento, aunque a veces aparentemente no lo veamos.
Las ondas de luz, las frecuencias electromagnéticas, la radio y la televisión, ondas ópticas... solo son posible a causa de la vibración o movimiento.
Sin el movimiento no existirían los sistemas solares, ni las estrellas. Desde la más lejana estrella o forma de energía, hasta la piedra más densa, todo tiene su vibración, solo cambia la frecuencia.
Cuando más alta y rápida es la vibración, más elevada es su posición en la escala evolutiva.
La vibración de la electricidad es de frecuencia muy alta, tanto que parece que está en reposo. Y, en el otro extremo, una piedra tiene una vibración tan débil que parece que no se mueve. Entre los dos polos hay millones de grados de intensidad vibratoria: desde el átomo y la molécula, hasta el sol y los sistemas solares.
Nuestros pensamientos también tienen determinada vibración. Cuanto más positivos, tienen una vibración más alta y conectan con energías de la misma vibración, con colores luminosos, brillantes; en esta vibración no tiene entrada la negatividad, a menos que tú le des paso. Por otro lado, pensamientos negativos vibran a muy baja frecuencia, su color es oscuro y sombrío, y conectan con todo lo que se mueve en la misma onda.
Jesús dijo: "...el dios de este mundo viene a mí y no encuentra nada para asirse."
El sonido, las notas musicales también vibran a determinada frecuencia, produciendo en
nosotros diferentes estados de ánimo, los cuales lanzan al espacio más sonidos y colores que se hacen afines con los cuerpos que vibran en su misma frecuencia.
Las vibraciones de cólera conectarán con las de su misma frecuencia y así el mundo será más colérico. El estado emocional se deteriora y se puede llegar hasta el crimen.
Las vibraciones de AMOR, pensamientos sobre lo más puro y noble de nosotros mismos, sobre nuestra Esencia divina, luz interior, belleza, sobre DIOS, ángeles... estos pensamientos tienen vibraciones altísimas, elevando cualquier vibración más baja y hasta pudiendo curar enfermedades o resolver problemas.
Si establecemos las dos polaridades, como veremos en el siguiente principio, en el polo positivo todo es de una vibración de muy alta frecuencia; en el polo negativo, todo vibra en
frecuencia muy baja. Cuando conocemos esto, aprendemos a polarizarnos en lo positivo y
disfrutamos de la maravilla de la vida.
Pero no olvides que toda vibración, toda frecuencia, forma parte de un Todo y en diferentes etapas de nuestra evolución, pasamos por todas ellas.