AUTOCONOCIMIENTO

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El tercer nivel del que habla el vedanta es el del autoconocimiento: escuchar, resolver dudas e interiorizar. 
La disciplina que remueve la ignorancia consiste en el autoconocimiento, no de la personalidad, que ésta ya la conozco, sino conocer mi naturaleza Esencial, el Yo. 
Este autoconocimiento me lleva a la liberación del sentido de limitación y así, me libera de las tres primeras búsquedas, las cuales no me pueden dar la Plenitud que busco. Verme libre de lo que tengo y aún en ese vacío, verme y sentirme bien. Liberarme de esa atadura a lo que tengo o no tengo, verme libre tanto en presencia como en ausencia de objetos, personas o circunstancias.

Todo eso me lo da el autoconocimiento: aceptación, coraje y discernimiento. Aceptar lo que no depende de mí sin resentimientos, sino con gratitud. Coraje para cambiar lo que yo puedo. Discernimiento para saber la diferencia entre lo que puedo o no puedo cambiar.

Cuando sé que el autoconocimiento me puede dar esa anhelada Paz ¿como la consigo? Requiero un medio adecuado: si quiero saber el color de una cosa, necesito los ojos y no los oídos. Necesito un medio de conocimiento para cada cosa. Para conocer el mundo tengo unos medios: los sentidos, la percepción... para ver mi cara necesito algo que me la refleje, necesito un espejo; para conocer mi sombra la vida me provee de diversos espejos (personas, circunstancias...). 
Debo entender los mensajes que me ofrece la vida y podré conocerme, conocer mi personalidad, pero eso no me sirve para el Conocimiento del Yo, del Ser.
El Ser, el sujeto, no lo puedo conocer con medios objetivos. Necesito un factor externo que sea capaz de revelarme lo que Soy. Tengo que entender que es otra forma de estudio. Necesito, escuchar vedanta o descifrar a fondo escrituras espirituales de las que me sienta más cerca. Debo entender que mi personalidad es caduca y que solo es el vehículo que me permite vivir en esta dimensión, pero Yo Soy ilimitado, soy de la misma naturaleza de Dios. Debo darme cuenta.

Cuando integro estos tres niveles descritos, la vida me encamina hacia el autoconocimiento del Ser.
Normalmente, cuando queremos conocer algo necesitamos información y experiencia: yo me informo, por ejemplo, de un viaje pero hasta que no lo realizo, no lo experimento. 
Sin embargo, en el autoconocimiento de nosotros mismos, esos dos pasos se dan en uno solo: como el legendario mendigo que se entera de que es hijo del rey. La información y la experiencia son entonces simultáneas: en el instante que sé lo que Soy, lo experimento, ya que siempre he sido, es la realización del Ser.

Muchas gracias por tu atención.

Sesión sobre el tema: lunes 16 de mayo de 2022