AVIDYA

Photo by June Wong on Unsplash

Estamos viendo que detrás de todas nuestras búsquedas está el yo, el yo que se siente carente, deficiente, este es el problema fundamental. Detrás de todos los deseos está el deseo máximo de llegar a ser completo, buscar la plenitud. El conocimiento de mí mismo me puede hacer comprender que es una sensación del yo limitado, que es una ilusión del yo carente.

Muchas tradiciones nos dicen que alcanzaremos esa plenitud quizás después de la  vida, (¿en la muerte?), en otro tiempo y en otro lugar, pero eso no tiene mucho sentido, ya que si ahora me veo limitado y carente, no podré verme más tarde y en otro lugar de otra forma. El despertar es en esta vida, si no sigo en la rueda de reencarnaciones (samsara).

Este anhelo por la plenitud es un deseo natural y significativo: no puedo dejar de buscar, no me puedo conformar con menos; aunque alcance muchos logros, siempre tengo la sensación de que falta algo. Busco espontáneamente y para mi tiene significado, ya que si con mi esfuerzo puedo satisfacer otras necesidades, algo poder hacer para satisfacer este anhelo.
Es por eso que creemos que a través de los cambios y transformaciones que hacemos en nuestro camino, podremos alcanzar ese deseo máximo de plenitud. Pero eso no son ganancias absolutas: cuando consigo algo, siempre pierdo algo. Todo lo que implica un cambio tiene una ganancia y una perdida. La ganancia de una situación implica la perdida de la anterior. Entonces, lo que busco no puede estar ahí: lo ilimitado no tiene cambios, es invulnerable y Pleno. El esfuerzo y la acción producen resultados finitos y la Plenitud es Infinita, no puede estar ahí.

También hay una contradicción entre lo que busco y los medios que utilizo en esa búsqueda. La paz que busco no se encuentra con medios finitos e inseguros; cualquier objeto, cosa, persona o experiencia no me puede dar lo que busco, ya que no tienen en sí esa plenitud.

Cuando empezamos una disciplina espiritual, casi nunca nos hacemos preguntas que serían esenciales o reflexiones internas que nos ayudarán, ya que sin reflexionar estas cosas no sabemos a dónde vamos, ni lo que buscamos o queremos. 
Si no sabes a dónde vas o no tienes un propósito de vida, párate y reflexiona lo que buscas en tus practicas espirituales, porque si no, nos podemos perder y confundir. Es como si uno dijera "voy a barrer el suelo para que se encienda la luz", ves que no tiene ninguna relación. Tengo que observar los cambios que hago y el propósito que me guía y así, quizás pueda descubrir que la expectativa de cambiar cosas para encontrar la felicidad no tiene sentido. Si existe lo Infinito, me debe incluir a mí, no puede coexistir lo finito y lo Infinito, por fuerza lo ilimitado me incluye y es el presente continuo. Yo ya Soy lo que busco, pero no lo veo, me confundo con creer que soy el personaje relativo y limitado, por eso tengo esa sensación de carencia, ignoro que ya Soy. Es es avidya (ignorancia)

Y así seguimos y seguimos poniendo medios finitos en nuestra búsqueda para lograr algo Infinito, el vedanta nos llama a reflexionar todo esto.

Muchas gracias por tu atención.

Sesión sobre el tema: martes 19 de noviembre de 2019