Sesión del martes 27.11.18
EL PRINCIPIO DE GENERACIÓN
“El género está en todo; tiene sus principios masculino y femenino; el género se manifiesta en todos los planos”. (El Kybalion)
Este principio nos dice que todo cuanto existe tiene su parte femenina y su parte masculina. La generación se manifiesta en todos los planos: el Yin y el Yang, fuerza centrífuga y fuerza centrípeta. Ninguna manifestación física, mental o espiritual es posible sin este principio. En el plano físico, este principio se manifiesta como sexo y en los planos superiores toma formas más elevadas.
Este principio creador actúa siempre en el sentido de generar, regenerar y crear. Cada ser contiene en sí mismo los dos elementos de este principio, el Yin y el Yang se hallan siempre presentes, opuestos y complementarios.
El termino generación viene de la raíz latina (generare: engendrar, procrear...). Para eso deben existir los dos polos: el positivo (masculino) y el negativo (femenino), pero no en el sentido de bueno o malo, aunque a veces el sentido haya derivado hacia ahí.
La propia ley de gravitación, la atracción de unos cuerpos hacia otros, no es más que la plasmación de este principio.
Este principio es generador (masculino) y mantenedor (femenino). En nosotros mismos podemos ver estos elementos que nos hacen completos: debemos sentir y desarrollar nuestra parte femenina (intuición), y complementarla con nuestra parte masculina (razonamiento) para así crear en nosotros el ser completo sin bloquear ni una parte ni la otra.
En general, la humanidad vive más en el polo masculino (yang), tanto los hombres, como las mujeres. Los hombres se han centrado en la acción, (negocios, poder, dinero, ideología machista, patriarcal), la sociedad lo ha valorado y la mujer ha seguido sus pasos, olvidando también ella, su parte femenina.
Los dos polos se conjuntan y complementan, se atraen y crean. El sexo solo es la parte física. Por el Principio de Correspondencia ("...como es arriba es abajo"), podemos darnos cuenta de cómo actúa el Principio de Generación en cada uno de nosotros, formando un ser completo: mi parte femenina y mi parte masculina generan y crean en mí un ser más equilibrado, independientemente de mi vida de relación, que en consecuencia, será mucho más armónica.
Podemos observar diferentes planos y siempre vemos actuar este principio. Todo lo que existe se ve atraído por el polo contrario para crear algo de su unión. Esa cohesión es la fuerza del Amor. Los dos polos en equilibrio crean Armonía, Unión de todas las Dualidades.
A veces, por actitudes egocéntricas e ignorantes, mantenemos y creemos más en una de las partes. Por ejemplo, muchas actitudes que parten de la ciencia, con conceptos muy cerrados, no aceptan la parte más Espiritual porque no hay evidencia demostrable. También existe el otro extremo, las actitudes conspiranoicas que no aceptan para nada la parte científica. La unión y la complementariedad de ambas partes, con la fuerza del Amor, generaría el Equilibrio y la Salud.
Pero como siempre, para crear algo afuera, hay que empezar desde dentro. Hay que conocer, aceptar y amar cada una de nuestras partes en nosotros mismos, sin dejamos arrastrar por conceptos equivocados de lo que creemos que está bien o mal. Nuestra Inteligencia (yang) y nuestra Intuición (yin) crean en nosotros mismos un ser completo, armónico, equilibrado. Así, cuando la humanidad se feminice y la balanza se equilibre, no habrá fuerza más poderosa que el Amor.