IMPLÍCITO Y EXPLÍCITO


Tenemos un mundo implícito dentro de nosotros, es nuestro océano cuántico, pero también tenemos otro mundo, el mundo explícito, lo que vemos, que es apenas la punta del iceberg, más o menos la décima parte de lo que somos.
El resto, lo que no vemos y que no podemos medir, es lo más significativo, es el mundo implícito. En el mundo explícito u objetivo creemos que el océano son las olas, no vemos más allá.
Sin embargo, lo más significativo está en el mundo implícito o  subjetivo, el mundo del sujeto, ya que sin sujeto, ningún objeto tiene significado, es decir, la clave es el sujeto, el mundo objetivo no tiene sentido sin un sujeto que lo observe o le de energía.

La propuesta es rescatar la riqueza del mundo implícito o subjetivo, del mundo interior, absolutamente único, irrepetible e impredecible en cada uno de nosotros, allí es donde tenemos la vida, el movimiento y el Ser, en ese sujeto multidimensional y profundo.

Creemos que podemos explicar el mundo, buscamos mil explicaciones para el mundo y nos quedamos satisfechos con las lógicas respuestas que damos, pero esas explicaciones son externas, lo que se explica se refiere al mundo exterior, al mundo del intelecto, de la mente concreta, de la operación matemática; sin embargo, mi hijo o mi pareja o mi madre o mi amigo no son matemáticas, las personas tenemos varios resultados impredecibles y cambiantes, la reacción y la relación siempre son distintas, no así desde el mundo explicado que siempre da como resultado la misma relación de rutina y cansancio y prevé la misma reacción.

Si te miro y veo siempre lo mismo, mismas respuestas, mismas reacciones, mismas reflexiones lógicas, eso es terrible, pero cuando te miro y puedo asombrarme y descubrir milagros, la vida se vuelve una aventura. En el mundo del océano profundo, la vida es aventura, en la superficie es una rutina.

Nosotros podemos hacer de la vida una u otra cosa. Y la rutina puede ser incluso una cosa "tan buena" como llenarnos la mente de cursos o libros de espiritualidad o autoayuda, buscando al gurú o maestro, pero el gurú no está afuera, eso es el mundo explícito, el maestro está en tu mundo interior, tu alma es tu verdadero gurú, vive en tu corazón y cuando lo descubres surge ese respeto hacia tu Ser interior, hacia tu Ángel solar, que está en ti desde siempre, no reconoces a tu guía porque lo buscas afuera.

En torno a la espiritualidad hay todo un mundo de ilusión, porque la espiritualidad no tiene que ver con el orden explícito, no se puede explicar en cursos ni en palabras, ya que tiene más que ver con silencios y pausas.

Así que tenemos esos dos mundos que integran uno: en el orden explícito yo me puedo explicar y explicar y explicar, aunque, generalmente, explicarse es justificarse y entrar en las mentiras para complacernos mutuamente, pero el alma no se complace con explicaciones, si no con la vida, con el corazón de la vida.
Nosotros podemos vivir explicándonos la vida o el mundo, pero lo más bello de la vida es que es inexplicable, explicamos la enfermedad o la muerte, pero lo más importante es el mundo implícito que hay ahí.

De ahí se derivan dos actitudes importantes en la vida, explicarse o implicarse. Si te implicas en la vida eres ciudadano del mundo, no hay separación. Cuando ves todos los procesos de la vida de un modo significativo, tienes opciones y aprendes lecciones, te implicas en la corriente de la vida y, con el mínimo esfuerzo, tienes el máximo rendimiento. Pero cuando estás afuera de la corriente dándote mil explicaciones de las cosas, estás empujando el río, te agotas, te ahogas. El río de la evolución no necesita tu esfuerzo, si no tu implicación, te vuelves corriente y no nadas contra ella, toda la evolución que tú ves afuera ocurre también en tu corazón, todo está en ti, todas las galaxias están en ti, lo explicado no te satisface, no es verdadero, solo cuando te implicas, te aplicas y alcanzas la plenitud sin ningún esfuerzo.

EJERCICIO PRÁCTICO:
Observa que tu práctica diaria también va evolucionando. Cada vez más buscas esa conexión con tu mundo implícito, con tu Ser, con tu alma, busca ese instante a través de la observación de tu cuerpo, de tu postura física y mental, observa el fluir de tu respiración, observa el movimiento del vientre, inspiro, espiro… realiza diez respiraciones, siendo consciente de la pausa que viene después de la espiración y de la retención después de inspirar, sé consciente de los cuatro tiempos y al espirar recúbrete de la cabeza a los pies con una ola de color naranja…
Deja ya que la respiración se efectue de forma habitual en ti y busca una alineación física, emocional, mental, YO ESTOY EN LA LUZ…. LA LUZ ESTÁ EN MI… YO SOY LA LUZ…. YO SOY LA LUZ DEL ALMA, LA LUZ DEL ALMA SOY YO.
Sé consciente de las sensaciones que surgen en ti, entrégate al instante presente, todo es ahora, cada respiración es una muerte y un renacimiento, cada instante todo se renueva, no puedes retener nada y sin embargo sientes plenitud. Ahí está tu gurú, en ese mundo implícito lleno de significado. 
Da las gracias y quédate en silencio unos minutos.

Trabajo grupal para los lunes  18 y 25 abril

Muchas gracias por tu atención.