OPTIMISMO, OPTAR POR TI MISMO

 
¿Crees que tienes un buen carácter? No te confundas, no es lo que entendemos por ser buena persona. Alguien con un buen carácter es coherente, está en su centro, respeta su lugar y el de los demás, se valora a sí mismo y a los demás, respira serenidad, paz y equilibrio. 
 
Sería casi una obligación construir en nosotros un buen carácter. Con un buen carácter desprendes un aura atractiva y sanadora en ti y en tu alrededor, creas paz en ti y en tu entorno, respiras paz, la paz está en ti (como en la frase bíblica: "...mi paz os dejo, mi paz os doy..."), no hay condiciones. La paz está en todos nosotros, pero debemos sentirla y expandirla.

Un buen carácter es optimista, tiene capacidad de opción, puede expresar libertad. Optar es ver opciones y ser aprendiz. El pesimista es víctima, no ve opciones, cree no tenerlas. Y no creas que se nace de una forma u otra, es cierto que las circunstancias de vida aparentemente pueden influir, pero siempre puedes elegir concienciarte y vivir como víctima o como aprendiz.

Cuando naces a las opciones, ganas libertad. Dicen que solo hay dos "razas" de seres humanos: los optimistas y los pesimistas; nada de blancos, negros o amarillos... o expandes tu conciencia o la cierras.

Eres optimista cuando te reconoces, te amas tal cual eres y ves alternativas, opciones, expandes tu conciencia.
Optas por ti mismo y estableces esas alternativas desde tu interior. Tú tienes todas las alternativas que te propongas o decidas, tú eres el que decides la forma de vivir las situaciones. 
Es cierto que no puedes elegir el color del mundo en el que vives, los fenómenos naturales o las catástrofes, o el comportamiento humano, pero sí que puedes elegir cómo vivir todo eso. Si haces consciente la elección de tu actitud, harás consciente tu principal opción, tu libertad.
Si no crees que puedes elegir tu respuesta al mundo, porque el mundo elige por ti, eres pesimista (víctima). No hay excepciones, en cualquier situación puedes elegir tu actitud, puedes elegir no perder tu dignidad, tu merecimiento, aunque estés a punto de perder la vida. La dignidad es la capacidad interna de opción, eso es dignidad y se manifiesta desde tu Ser más profundo, puedes elegir incluso en el momento más crudo de tu realidad.

Ver la botella medio llena no es ser optimista, al igual que verla medio vacía no es muestra de pesimismo. Los optimistas ven siempre la botella llena, tienen ante sí infinitas alternativas de opción y en todas hay oportunidad de crecimiento y de evolución. El optimista está en el Ser, se posee a sí mismo (poseer), ser en sí mismo desde su centro. Ahí hay infinita abundancia en todos los sentidos.
Los pesimistas acostumbran a ver siempre la botella vacía. Son víctimas de las circunstancias, no ven opciones ni creen en ellas. Creen que les faltan cosas, necesitan tener. Ahí siempre se expresa la carencia, aunque tenga millones.

Poseer y tener son cosas diferentes. Poseer es hacia adentro, hacia el Ser, eso es lo único que poseemos, nuestra verdadera riqueza. Tener es hacia afuera y comporta miedo a perder, esperas tener para ser en el exterior, en la superficie, en la periferia.

Tú puedes elegir expandir tu conciencia o contraerla, naturalmente es un trabajo interior y continuo de autoconocimiento, pero también aquí tienes que optar y decidir expandirte o contraerte. Si expandes tu conciencia ves alternativas, ves opciones, te decides por el optimismo. Cuando das un paso en esa dirección, la vida te muestra el reflejo de tu optimismo en tu realidad cotidiana.

Sin embargo, debes saber que si decides ser optimista, debes conquistar tu optimismo día a día, cada día debes optar por ti mismo, el optimismo de ayer, no te sirve hoy, ya que creyendo que el logro ya es tuyo, más dura será la caída. La extrema exaltación de un día, te lleva a la depresión del otro. No es esa la propuesta, la propuesta es dejar de estar a expensas de los eventos externos, o del clima, de las noticias que oyes, o de que te saluden o no, eso es depender del exterior. El mundo es cambiante, pero tú puedes escoger un núcleo de paz dentro de ti, trabajar tu estabilidad, centrarte, observar tu carácter y potenciar tu seguridad interna, ser como eres, exactamente igual a ti mismo, optar por ti mismo y escuchar la voz del alma YO SOY YO.

EJERCICIO PRÁCTICO:
Si todavía te cuesta centrarte, pon un mínimo de voluntad durante unos días y establece en tu vida una rutina, márcate un horario, busca un lugar agradable donde puedas estar en ti.
Necesitas tener primero una rutina y después se hará un hábito imprescindible estar en ti, respirar, sentir, conectar con tu yo más profundo y escuchar, escuchar y sentir.
Observa tu respiración, observa la postura elegida y siente tu centro, tu Ser.
Haz unos momentos de respiraciones controladas (inspiración 6, retención 3, exhalación 9, pausa 3), respira…
Visualiza tu vida y observa ¿cómo crees que reaccionas a los eventos? ¿ves alternativas, opciones? ¿sientes agradecimiento y alegría por la vida? ¿cómo crees que es tu carácter? Observa sin juicios.
Ahora toma una inspiración profunda y, al exhalar, aleja de ti las sensaciones o imágenes que hayan podido quedar. Respira dejando ir y quédate en silencio unos minutos.
Cuando quieras sal de esta práctica muy lentamente con la firme decisión de aceptarte, de amarte de ser quien eres, de optar por ti mismo.

Gracias por tu atención.

Trabajo grupal para los lunes 14 y 21 de marzo