RENUNCIA A LA PEQUEÑEZ

Elige este pequeño instante, ahora mismo, como si fuera todo el tiempo que existe. Pero, para encontrar este instante en que está todo, debes renunciar a la pequeñez, que es la creencia de que no somos merecedores y de que tenemos que hacer algo para que Dios nos mire.
Si sientes la tentación de desanimarte pensando que te va a llevar mucho tiempo cambiar, pregúntate, ¿es mucho un instante?
Para poder conectarnos con todo y sentir que somos todo, hemos de desprendernos de nuestra pequeñez y creer que Somos.

"...Cuando te lanzas en pos de cualquier cosa externa, creyendo que te ha de brindar paz, estás empequeñeciéndote y negando tu propia paz."
"...Mantente constantemente consciente de tu propia grandeza (sin orgullo), en un mundo en el que reina la pequeñez, es una tarea que los que se menosprecian no pueden llevar a cabo." Un Curso De Milagros.

Observa tu vida, el universo te da siempre lo que proyectas en él, sea con pequeñez o con grandeza. 

EJERCICIO PRÁCTICO:
Aun en verano, no dejes de ser consciente de ti, de tu respiración de tu cuerpo, de tus emociones y pensamientos, e incluso del poder de tus palabras.
Busca tus momentos de conexión con tu alma.
Respira conscientemente durante unos diez minutos.
Ahora visualiza tus proyecciones, ¿salen de tu grandeza de espíritu o de la pequeñez a la que aun te aferras?.
Silénciate y no te engañes, lo que vives te da la respuesta.

Sigue trabajando en ti mismo y, si has emprendido la tarea de los cuarenta días del cambio, te animo a que continúes si es así como lo sientes. 
Tu perseverancia surge de lo más profundo de ti mismo.

Gracias por tu atención.