LO QUE NOS LIBERA

Al igual que puedo descubrir lo que me ancla, también puedo descubrir lo que me libera. La misma energía que ata es la que libera, depende del cauce.
La pregunta sería, ¿a quién libero? Dentro de mí hay subpersonalidades, algunas muy rígidas que me atan a mi mismo.
Así como los vínculos, si son fluidos, se van desplazando para construir la vida liberada, en ese mismo movimiento libero prisioneros que hay en mí: aspectos de mi vida que yo he condenado a la hoguera y, mientras eso exista, me impedirá que yo tenga relaciones fluidas, porque las relaciones fluidas se caracterizan por la libertad, la misma energía que nos ata es la que nos libera. Yo elijo el anclaje y el grado de peso en él, consciente de que si es adecuado, sin apegos o temores, cuando yo lo decida podré levar anclas libremente y sin sufrimiento propio o ajeno.
La energía no es buena ni mala. Lo importante es el cauce, es el sentido o la dirección.
Encauzar es crear una dirección para tu vida: lo malo no es tu vida, lo malo es que no la encauces; lo malo no es la ira, lo malo es que no la canalices; tu amor no es malo, pero te puede inundar si no tiene sentido, si no tiene discernimiento te puede ahogar.
Encauzar es discernir, es comprender. Encauzar es partir de la atención del centro para darle a la vida una intención, una dirección.
Cuando pierdo la atención, pierdo la conciencia de mí, pierdo libertad, no se quién soy ni adónde voy, tengo miedo.
Escuchar es la clave: escuchar cuando callo, escuchar cuando hablo, escuchar los silencios detrás de los ruidos. Si escuchas, escucharás el sentido que hay detrás de cada cosa, tras la apariencia hay una cualidad, hay un propósito.
El alma escucha en nosotros, estemos atentos, solo escuchando lo que nos dice la vida en cada situación, sentiremos que surge la intención. Sin atención, no hay intenciones que encaucen la vida en dirección evolutiva.
La involución, el retroceso, el sufrimiento, el dolor, son evidencias de que tuviste intenciones que no partieron de ti mismo, de tu centro.
Si mi corazón perdiera la atención hacia su función orgánica un solo minuto no estaría escribiendo esto, el corazón está atento a su función cada segundo. Si el hombre fuera lo que realmente es su corazón, es decir, si estuviera y viviera en su corazón, estaría atento cada segundo y estaría vivo toda la vida, pero estamos muertos o perdidos gran parte de la vida.
La atención es el potencial de la vida, tenemos un potencial infinito para iluminar la vida, pero solo estando atentos.

EJERCICIO PRÁCTICO:
Haz de cada instante tu meditación: estate atento a tu postura, a tu cuerpo, a tu respiración. 
Si estás recogido, haz diez minutos de respiración consciente: inspiración – retención – exhalación – pausa  (6 – 3 – 9 – 3).
Pon toda tu atención en el centro de tu frente, en el tercer ojo, escucha, escucha. 
Estate atento y sigue respirando de forma habitual en ti, sin forzar ni controlar, poniendo una intención en tu respiración y escuchando la sensación.
Inspiro libertad, coherencia, salud, etc. 
Exhalo apegos, temores, condicionamientos, etc., 
Haz este ejercicio unos minutos: inspira lo que desees, exhala lo no necesario.
La exhalación regenera y fructifica la tierra, y el aire vuelve a ti regenerado desde el origen en cada nueva inspiración. 
Visualiza cómo te liberas de lo que ya no necesitas y siéntete en paz. Silencio.

Muchas gracias por tu confianza.

Trabajo grupal de los lunes 7 y 14 de abril.