¿BUENO O COMPLETO?

En un momento de nuestro camino evolutivo tomamos la decisión de conocernos, de vernos a nosotros mismos, simbolizada esta acción en la elección de “el árbol de la ciencia del bien y del mal”; por lo tanto, en esta dimensión que aun vivimos, nos movemos en la dualidad y no podemos vivir conscientemente solo una parte de la moneda, sin que la otra la experimentemos de forma inconsciente o alguien nos la refleje.
El Universo busca siempre el equilibrio: ante un aparente “bien”, en la misma proporción, se esconderá el “mal”; hasta que un día integremos esos extremos y nuestra vibración coherente nos haga escoger el “árbol de la vida” y vivir otras dimensiones. Recordemos que la concreción de bien y mal es el resultado de juzgar la experiencia de vida, antes del juicio todo es experiencia sin más.
El niño “bueno” desea ser recompensado, se esfuerza constantemente y lo constata en su carta al Mago:
Querido Mago, cada día me esfuerzo por ser bueno, me sacrifico por los demás, me culpo y me autocastigo si no logro reprimir mi proceder, lucho constantemente por ser bueno, quiero ser bueno y no como otros que veo haciendo mil barbaridades, espero que tengas en cuenta mi gran sacrificio y me recompenses, y, a las preguntas que todos me hacéis constantemente -¿has sido bueno?- ¿te has portado bien? ¿has obedecido a los mayores?, puedo responder que he conseguido decir que sí, gracias a mi gran esfuerzo y sacrificio.
El niño “bueno y malo”, reconoce que no siempre ha expresado bondad, sin embargo en ese reconocimiento, hay sinceridad y coherencia.
Querido Mago, sé que me expreso entre lo bueno y lo malo, me observo cuando actúo con amor y compasión hacia los demás y me gusta esa observación, pero en otros momentos me observo completamente distinto, como si fuera otro. Sin embargo, he aprendido que las dos versiones forman parte de mi unidad como ser humano, por lo tanto no puedo reprimir ni rechazar una parte sin reprimir o rechazar la otra y ese es mi dilema, he aprendido que si solo quiero vivir el bien, el mal queda escondido, pero no desaparece y si solo me arrastra el mal, sin dejar aflorar el bien, me destruyo a mi mismo, con lo cual, Querido Mago, mi propósito es conocerme completo, sin juzgar mi dualidad, ya que en esta dimensión que aun vivo es la vibración que rige.  
No se si te gustará lo que he decidido y si mereceré algún regalo, pero aquí y ahora he decidido ser un ser completo, antes que un ser bueno.

EJERCICIO PRÁCTICO:
Busca tu momento de silencio y observación, atención a tu postura, a tu respiración.
Haz una serie de respiraciones, cuenta 6 inspirando, 3 retención, 9 exhalación por la boca, 3 vacío... unos diez minutos.
Deja el control de tu respiración y relájate.
Visualiza y observa tus actitudes contigo mismo y con los demás.
¿Te esfuerzas por seguir normas y/o creencias de cómo “deberías” comportarte?
¿Reprimes emociones que no crees “sanas”?
¿Te esfuerzas por ser “bueno”?
Este ejercicio es de autoconocimiento y observación, las respuestas que surjan no las juzgues como buenas o malas, solo conócete y expresa tu coherencia.
Silénciate unos minutos.

Tema de trabajo para los lunes 13 y 20 de enero de 2014.

Muchas gracias por tu atención y feliz año nuevo a todos.