AMAR X: DAR CON AMOR


Nos sentimos bien cuando lo que hacemos es coherente con nuestro nivel vibracional, cuando desarrollamos nuestras capacidades desde el corazón. En eso somos únicos, cada quien tiene sus talentos diferentes de los demás y, por ende, complementarios. Se trata de conocernos, de saber cuales son esos talentos e “invertirlos” en el servicio hacia nosotros y hacia los demás, esa es la forma más rentable de inversión.

Deja el ego a un lado, sin rechazarlo. El ego puede ser un gran aliado en el mundo de la acción, pero durante el tiempo que dedicas al servicio, lo debes mantener a raya.
A lo largo de tu experiencia de vida, llegará un momento en el que te darás cuenta de que lo único que te hace sentir en plenitud y en paz contigo mismo es el servicio a los demás.
De la forma que tú creas o sepas, de acuerdo con tus talentos o capacidades, hay muchas formas de servir y será valida la que te haga sentir que se expande tu plexo solar y que los demás también se sienten así.

El que abras tu conciencia y dejes que otros seres penetren en ella, depende de tu expansión o de tu contracción. Si abres tu conciencia a los demás, esperando subir vibraciones, con esa expectativa, ya las estas bajando.
Cuanto más das, más recibes, pero debes estar dispuesto a dar, sin deberes, sin sacrificios, sin esperar nada a cambio, disfrutando del hecho de dar, sin imponer ni controlar tu donación.

Si conoces tus capacidades y las expresas desde el corazón, la intuición te guía; en todo momento sabes lo que el otro necesita de ti y no es ni más ni menos que lo que está a tu alcance, será lo justo y lo adecuado.

Dar tiene muchos significados: una mano tendida, una sonrisa sincera, una compañía silenciosa, una mirada amorosa, un estar sin prisas, un abrazo cordial, una flor, o lo que sientas que en ese instante el otro necesita y tu puedes ofrecer.
Cuando damos a otros, nos damos a nosotros mismos. En otro nivel, invitamos a alguien a nuestra realidad para que sea receptor de lo que necesitamos nosotros. De esta forma, aprendemos que dando es como recibimos.
Tampoco sería adecuado elegir a quien y donde dar, ya que eso es lo “razonable”, y el dar es un sentimiento, una sensación que te puede llegar en cualquier circunstancia, lugar o persona.

En tu práctica de autoconocimiento, esa sensación te llega en un instante determinado y sientes cómo, a quien y donde; no temas, nunca excede a lo que tu puedes o estás dispuesto a dar, ya que, en definitiva, es lo que estas dispuesto a recibir.

¿Qué es lo que quieres para ti? Pues comienza a darlo a los demás, con autentico Amor, por supuesto, dejando de lado la expectativa egóica de conseguirlo tu, ya que eso baja tus vibraciones al más ínfimo nivel y quedas a expensas de todo lo que ahí se mueve.

También podemos conocernos, observando, ¿quien nos pide qué?, quizás creamos a esa persona que nos pide, no merecedora de esa petición, pero ese no es el mensaje, el mensaje es que ha venido a nosotros con una petición y, si está en nuestras manos, por supuesto, sin juicios, estaría bien que lo diéramos. Seguramente, es una necesidad nuestra de la que no somos conscientes y “alguien” nos viene a prestar su ayuda.

EJERCICIO PRÁCTICO:
En silencio, observa tu alrededor, observa los seres vivos que comparten tu vida.
Busca tu momento de interiorización a través de la respiración, conecta con tu Ser y, desde lo más Autentico de ti mismo, visualiza tu comportamiento con ellos.
Ahora visualiza al que primero venga a tu mente ¿Qué crees que pide de ti? ¿Qué podrías darle de lo que pide? ¿Cómo te sentirías dándoselo?
Cuando te hagas estas preguntas, lo más importante es observar tus sensaciones y lo que percibas en ti. 
Silencio.

 Muchas gracias por tu atención.