AMAR V: ELECCIÓN


 Todos los hechos que nos ocurren deberíamos incorporarlos a nuestra conciencia. 
Cuando un hecho ya es, no lo puedes cambiar, no puedes elegir otro. Lo que puedes elegir es tu reacción de aceptación o de rechazo ante esa situación manifestada. Ésta es tu única elección.
El hecho o circunstancia en sí, no es importante; un hecho no es bueno ni malo, lo que te hace subir o bajar vibraciones es tu grado de amor o desamor ante él. Tampoco es importante el resultado que puedas obtener por tu acción, únicamente debe importarte la acción misma.
El grado de amor al realizar la acción determina si ésta es adecuada o no, el fruto resultante, escapa a tu control.
De esta expectativa, y a la vez imposibilidad, de controlar los frutos resultantes de lo que hacemos, surgen cantidad de frustraciones y problemas. No nos damos cuenta de que, con el hecho de realizar la acción, ya desempeñamos el rol que nos corresponde; una flor desprende su aroma, independientemente de si gusta y/o llega su olor a alguien.
Quizás nos preguntemos que si realizamos una acción, sabiendo de antemano que el efecto pueda ser negativo para alguien, ¿tenemos responsabilidad en ello?, claro que sí,  pero eso no significa que supieras a ciencia cierta lo que iba a ocurrir después de tu acción, eso pudo ocurrir o no. En lo que tienes responsabilidad es en que con tu acción has desencadenado cantidad de fuerzas negativas y bajas vibraciones que se ponen en marcha y, sea con resultados negativos o no, tu eres responsable de esa acción.
Exactamente igual que si realizas una acción cuyos efectos pudieran ser positivos, tu responsabilidad está en la acción en sí, que pone en marcha fuerzas de vibración elevada, lo que ocurra después escapa a tu control. En la metáfora de la flor, pudiera ser que el aroma que ésta desprende elevara las vibraciones de amor en algunos, y otros sufrieran por un ataque de alergia.
Lo que vivimos hoy viene determinado por el pasado y solo lo puedes aceptar, sin embargo, la forma en que vivas este presente, del cual, sí que puedes ser consciente, determinará tu futuro.
Eres libre para elegir, pero ésta elección la determina el grado de tus vibraciones.
Si tu pensamiento, palabra y sentimiento escogen integrar, amar y aceptar, sube tu vibración y hace que encadenes cada vez mejores elecciones. Tú generas tu propia realidad a cada instante.

EJERCICIO PRÁCTICO:
Detente, respira, obsérvate y observa.
En este instante, aquí, ahora, puedes elegir.
Ese es tu libre albedrío, eres libre para pensar, hablar y sentir lo que tú decidas.
Quédate en silencio, observa tu vida, ¿te complace lo que vives? ¿Qué es lo que sientes? Observa.
El sentimiento que te llega desde tu plexo solar, tiene la respuesta, ¿es un sentimiento de expansión, de alegría?, o por el contrario, ¿te envía una sensación de contracción o dolor?
Mira esa sensación, sea cual sea, sin juicios, durante unos momentos.
Ahora, relájate y céntrate en la respiración.
Quédate en silencio unos minutos.
Lo que tu decidas cambiar, es lo que podrás cambiar, decide tu realidad.

Gracias por tu atención

Atentos al próximo escrito: NUEVA ERA