Si observas la luz de un láser en un holograma, te das cuenta de que todo se corresponde; las ondas coinciden exactamente, es un patrón de luz coherente, coinciden crestas con crestas y valles con valles.
Sin embargo, con una luz ordinaria, vemos que si en un punto coinciden una cresta y un valle, se anulan el uno al otro, es un punto de sombra. Si trasladamos esto a nuestra vida cotidiana, frecuentemente hacemos algo y de inmediato lo borramos con el codo, afirmamos y simultáneamente negamos, estamos produciendo sombra,
Pregúntate, ¿esto que yo hago, pienso o digo, lo hago desde el presente?, ¿lo emito como un patrón armónico?, ¿en esta relación que vivo, nos complementamos y crecemos, o nos anulamos?
Creemos que nos queremos mucho, pero si juntos, frecuentemente nos anulamos, el patrón que creamos es sombrío.
¿Me fortaleces o me debilitas?, la paradoja de: "...yo te quiero mucho, pero no te puedo ver."— ese tipo de contrastes corresponden a un patrón desarmónico.
Deberíamos reiniciar la relación.
En el inicio, en el punto de partida al enamoramos, nuestras ondas coinciden, partimos de nuestro centro al unísono y se libera un patrón de refuerzo armónico, en el que tu acción y mi acción se complementan, aprendemos y crecemos mutuamente, no nos anulamos ni ocupamos el espacio del otro, estamos en fase, nace el abrazo y la caricia en los dos al mismo tiempo, estamos sincronizados, hay levedad en la relación y si esta termina, saldremos reforzados.
Si no es así, si te tengo que empujar o me tienes que arrastrar, ese patrón es de dependencia, hay ruido, hay gravedad, hay peso.
¿Nuestras relaciones son livianas, nos liberan, o nos pesan y nos hacen dependientes?
Si una relación es pesada, hay que regresarla al punto de inicio, hay que construir un presente, ya que su peso se debe a que estamos viviendo esa relación desde los condicionamientos o los "debería ser" del pasado o del futuro, no se esta construyendo desde el presente y por lo tanto no se esta renovando.
Esta falta de sincronicidad, más tarde o más temprano, se expresa en el cuerpo físico por el grado de tensión en que vivimos, irritabilidad, hipersensibilidad, etc…
Si no estoy centrado, mi vida será turbulenta y sensible a todas las grandes o pequeñas turbulencias que haya en el exterior.
Sin embargo, con una luz ordinaria, vemos que si en un punto coinciden una cresta y un valle, se anulan el uno al otro, es un punto de sombra. Si trasladamos esto a nuestra vida cotidiana, frecuentemente hacemos algo y de inmediato lo borramos con el codo, afirmamos y simultáneamente negamos, estamos produciendo sombra,
Pregúntate, ¿esto que yo hago, pienso o digo, lo hago desde el presente?, ¿lo emito como un patrón armónico?, ¿en esta relación que vivo, nos complementamos y crecemos, o nos anulamos?
Creemos que nos queremos mucho, pero si juntos, frecuentemente nos anulamos, el patrón que creamos es sombrío.
¿Me fortaleces o me debilitas?, la paradoja de: "...yo te quiero mucho, pero no te puedo ver."— ese tipo de contrastes corresponden a un patrón desarmónico.
Deberíamos reiniciar la relación.
En el inicio, en el punto de partida al enamoramos, nuestras ondas coinciden, partimos de nuestro centro al unísono y se libera un patrón de refuerzo armónico, en el que tu acción y mi acción se complementan, aprendemos y crecemos mutuamente, no nos anulamos ni ocupamos el espacio del otro, estamos en fase, nace el abrazo y la caricia en los dos al mismo tiempo, estamos sincronizados, hay levedad en la relación y si esta termina, saldremos reforzados.
Si no es así, si te tengo que empujar o me tienes que arrastrar, ese patrón es de dependencia, hay ruido, hay gravedad, hay peso.
¿Nuestras relaciones son livianas, nos liberan, o nos pesan y nos hacen dependientes?
Si una relación es pesada, hay que regresarla al punto de inicio, hay que construir un presente, ya que su peso se debe a que estamos viviendo esa relación desde los condicionamientos o los "debería ser" del pasado o del futuro, no se esta construyendo desde el presente y por lo tanto no se esta renovando.
Esta falta de sincronicidad, más tarde o más temprano, se expresa en el cuerpo físico por el grado de tensión en que vivimos, irritabilidad, hipersensibilidad, etc…
Si no estoy centrado, mi vida será turbulenta y sensible a todas las grandes o pequeñas turbulencias que haya en el exterior.
EJERCICIO PRÁCTICO:
Busca tu espacio de autorreflexión, siente tu cuerpo, tu respiración, descansa en tu presente, en el fluir de la energía por tu cuerpo, toma conciencia de cada célula de tu cuerpo, agradece la vida que hay en ti. Silencio.
Decide hacer un ejercicio de reflexión interior.
Observa tu vida cotidiana. Tu comportamiento...¿ es desde tu centro?, ¿es coherente?, en la relación que vives...¿ sientes que das y recibes coherentemente?. ¿Llevas exceso de peso en la relación? o por lo contrario, ¿dejas que lo lleve el otro?
Observa y visualiza sin juzgar nada, únicamente toma conciencia, puede que descubras... Silencio.
Muchas gracias y felices fiestas a todos.