EL PROPÓSITO DEL ALMA


En escritos anteriores hemos hablado de la necesidad de coherencia entre nuestro cuerpo/mente/acción para una mejor fluidez energética y para poder vivir las situaciones que se presentan con un mayor equilibrio.
Hoy me gustaría ir algo mas allá, para darnos cuenta de que cuando establecemos esa coherencia, abrimos un espacio de conexión con el alma, en principio, con nuestra alma individual.
Esa entidad es un principio espiritual intangible, que se concreta en un cuerpo para poder experimentar situaciones terrenas, por supuesto favorables (aunque a veces pueda parecer lo contrario) a su propia evolución individual y colectiva.
El alma trae un propósito de vida, un propósito siempre impulsado hacia la complejidad, hacia la integración con el Alma Única, de la que es parte y todo.
Si hacemos habitual en nosotros la práctica de vivir desde el centro, si somos conscientes de estar presentes en nuestra vida cotidiana, poco a poco sentiremos la voz de la intuición en el corazón, sentiremos que el alma se expresa, en imágenes, símbolos, mensajes y sentiremos cada vez más claro el propósito a realizar.
El alma al encarnar busca el mejor escenario para su propósito, o sea, lo que estás llamado a realizar es algo que tienes la capacidad de hacer y tienes la disponibilidad de espacio/tiempo para ello, y, siempre, aunque a veces no lo parezca, es beneficioso para ti y la humanidad.
Sin embargo, debemos estar alerta y tener claro que habla la voz de la intuición y no la del yo personal o ego. Nuestra misión no es de sufrimiento, ni de esfuerzo, ni para hacerte merecedor de nada, pues ya eres todo.
A menudo, la experiencia que viene a vivir el alma es la de vivir lo que ya vives desde el centro de tu ser, o sea que quizás solo debas cambiar, no lo que haces, sino cómo lo haces; ser consciente aquí y ahora en el lugar donde estás. Todo es muy sencillo, pero el ego busca complicarlo.
Haz lo que haces y en donde estás, desde el centro, en plena Presencia y sin juzgarte. Si necesitas cambios, la intuición te lo dirá.
Practica, escucha a tu corazón y sentirás la luz del alma.
 
EJERCICIO PRÁCTICO:
Como siempre busca tu momento, tu espacio para el encuentro contigo mismo.
Atención a tu respiración, cómo fluye el aire al entrar y salir por tus orificios nasales.
Observa tu cuerpo relajado, pero ve más allá, no te acomodes solo en lo agradable de la relajación.
Siente tu Presencia en ti, en el aquí y el ahora.
Establece la línea de coherencia y está alerta de lo que llega a ti desde tu centro.
Este es un punto de revelación, estás en ti en presente y surgen verdades sin necesidad de comprobación.
Si necesitas preguntar algo, hazlo en este momento y tu cuerpo te dará la respuesta.
Desde el plexo solar sientes la respuesta afirmativa como expansión y gozo; o la negativa como contracción y desgana.
Deja que la Intuición te guíe.
Silencio.
 
Muchas gracias a todos.