DÍAS DE...

La sociedad consumista se empeña en señalar un día determinado para evocar a personas cercanas e implicarnos emocional y comercialmente: padre, madre, hijos,..., creo que ahora también hay "día de los abuelos".
Sin embargo, quizás esa manifestación de lo que a primera vista se podría considerar superficial y consumista, esconde algo más.
No creo que el Universo, regido por una Suprema e Infinita Inteligencia, donde todo tiene su lugar y su momento, desperdicie un solo átomo de energía en la manifestación de hechos concretos y superficiales sin más. Creo que todo tiene un porqué, mucho más sutil, que quizás nos trae un mensaje más profundo.
Allí donde está tu conciencia, allí estás tú.
Ya que el escrito de hoy coincide con uno de estos días, me gustaría profundizar en ello.
¿Dónde está tu conciencia? ...en el regalito y la felicitación??... pues bien, sé coherente y no te prives.
¿Dónde está tu conciencia?...en no querer saber nada y juzgarlo oportunista y a favor del comercio???...pues también, si eso crees, sé coherente y actúa de acuerdo con ello.
 
Quizás la vida te recuerda hoy que tienes algo pendiente con el padre o con el arquetipo de lo que representa, pues toma conciencia y mira dentro de ti. El padre representa el origen, la protección, la seguridad, la acción, la disciplina, la autoridad (no el autoritarismo). ¿Quizás, el mensaje de la vida te dice que hay algo ahí que rechazas?...¿O quizás es algo mucho más concreto y en tu corazón arrastras un conflicto con tu padre?
Puedes creer que con un día que le felicites, ya “quedas bien”; pero, si es así, serías más coherente si no le dijeras nada. Una gran parte de la humanidad vive en conflicto con los padres, aún estando éstos muertos la herida sigue abierta y la carga es pesada.
No podemos negar nuestro origen, es un hecho y sea como hubiese sido que nuestro padre nos hubiera engendrado y tratado, o no tratado, somos fruto de esa semilla y, al rechazarla, nos estamos rechazando a nosotros mismos.
Nuestra mente concreta y limitada no puede comprender el porqué de muchas situaciones, para protegernos le damos una explicación razonable a favor nuestro y así descargamos la culpa en otro. No hay culpas, pero eso repercute en nuestra salud. No puedes negar al padre, por tu bien (y también por el de él) debes cerrar el capítulo del conflicto, desbloqueando esa energía retenida.

Aceptando tu origen, te aceptas a ti. No puedes, aunque lo creas, amarte y aceptarte sin aceptar como adecuado tu origen.
El primer punto es dejar de juzgar. Si crees en las infinitas posibilidades de este Universo cuántico, creerás que tienes la posibilidad de ver las cosas de otro modo.
Todo es Amor. Cualquier situación que vivimos en la manifestación física, responde a un acto de Amor Infinito, aún siendo incomprensible a nuestra mente limitada. Si crees esto, comprenderás que la apariencia te engaña.
El padre, sea el que sea y como sea, es el que necesitabas tener. A veces hemos oído alguna frase como – si hubiera tenido otro padre… –  ¿comprendes ahora que, si tu padre fuera otro, tú no serías tú?. Para nuestro propio crecimiento evolutivo, necesitábamos ese padre, y él, el hijo que somos.
Te propongo (si es el caso), descargar el peso de resentimiento que lleva tu alma y que sin duda repercute en tu vida y seguramente en la relación con tus hijos, si los tienes.
No importa si tu padre vive o falleció hace años, el tiempo solo lo vivimos en esta dimensión.
 
EJERCICIO PRÁCTICO: 
Ten a tu lado papel y lápiz, y una vela encendida.
Busca tu espacio de silencio, observa la respiración y relájate profundamente.
Trae a tu mente la imagen de tu padre y conecta con situaciones conflictivas que hayas vivido con él. Sé consciente de lo que le recriminas y exprésale mentalmente todo el resentimiento que llevas dentro, dile todo lo que piensas de él, por fuerte que sea.
Ahora, toma una respiración profunda, abre lentamente los ojos y escribe de una forma concisa todo ese resentimiento en palabras, insultos, o lo que sientas, hacia tu padre verdaderamente.
Cuando hayas descargado tu dolor, quema ese papel. Vuelve a escribir y vuelve a quemar las veces necesarias hasta que te sientas liberado y ligera tu alma.
Cierra los ojos, siente la respiración, relájate, siente tu corazón.
Visualiza ahora la imagen de tu padre dentro de una Luz azulada y mentalmente le dices: –padre, te doy gracias por la vida y por tus cuidados, acepto y bendigo mi origen y no juzgo la apariencia separativa, de todo corazón siento ahora la adecuación, la sanación y la fluidez de la energía en ti y en mí. Doy gracias-. 
Silencio.  
Gracias por tu atención.
 
Os quería proponer a los meditadores, visualizaciones de la Luz Clara de la Realidad en las imágenes que nos llegan de Japón. Podemos dedicar unos minutos diarios a ver toda esa zona dentro de la Divina Luz azulada, en silencio, sin juicios.
Muchas gracias