Podemos relacionarnos con los demás de una forma más coherente, haciendo espacio dentro de nosotros.
Ese espacio o vacío interior, debería ser equivalente al exterior.
Haz un respiración profunda y pregúntate: ¿qué necesito ahora?.... Nada, respiro.
Sé coherente, no lleves exceso de carga mental o física.
Ten lo necesario en tu habitación, en tu biblioteca, en tu casa, en tus relaciones, también en tu corazón. No te llenes con cantidad de cosas “por si acaso”, ya que además del peso innecesario, fomentas tu inseguridad. Confía, en todo instante tienes lo necesario, pero a veces el miedo impide que lo veas.
Las relaciones coherentes se dan desde el corazón, se dan cuando en nuestro centro sentimos la coherencia, cuando caminamos ligeros de equipaje, cuando podemos silenciarnos y establecer un vacío en nuestro corazón, cuando hay espacio para que se manifieste el amor. Si no es así, en nuestro interior no habrá nadie que quepa, aunque les digamos a nuestros hijos, pareja, amigos,…, mil veces que les queremos.
Para hacer lugar a una persona, debemos hacer un vacío en nuestro interior.
Debemos hacer espacio y preguntarnos si determinada persona o hecho puede ocupar un lugar en nuestro corazón.
Si puedo abrirle un lugar en mi corazón, cada relación, independientemente del tiempo que dure, será coherente, será una relación desde mi centro y será transformadora y original, no será automática ni repetitiva, ya que sale de mí ser original.
¿Como hacer un espacio?
Siendo coherentes con lo que en realidad sentimos aquí y ahora, tener pureza de intención, la cual, hace que haya claridad en la relación y que no nos obliguemos a sentir lo que no sentimos, eso hace que haya vibración sincera, respetuosa y amorosa, pero sobretodo, coherente.
Desde nuestro espacio, desde los lugares que ocupamos, todos irradiamos vibraciones magnéticas de claridad u oscuridad, y de todas las tonalidades de entre medio. Desde esos espacios se da nuestra interacción con los demás, y, si ese espacio no es puro, nuestra interacción tendrá mucho ruido, tendrá interferencias, no nos entenderemos. Irradiamos desde muchos canales, de los ojos a los ojos, de las manos y el cuerpo hacia las manos y el cuerpo del otro, muchos canales de energía salen también del corazón y tocan tu corazón. A través de esos canales fluye recíprocamente la información y la energía aunque no digamos una sola palabra. Esos canales de comunicación que formamos permiten que haya coherencia, que haya comunión en la relación.
En una relación de coherencia no hay extraños. En una relación de ruido, hay extraños, aunque lleven muchos años juntos. Una relación coherente no lo es desde el cerebro, o desde la memoria; una relación coherente lo es desde el corazón. Cada día es sorprendente, es nueva, es creativa, porque se da desde la conciencia humana, donde nos estamos transformando permanentemente; pero no te confundas, una relación coherente no está libre de la visión distinta del mundo de cada persona, ni de las diversas opiniones que se puedan tener, precisamente en la expresión sincera de los pensamientos y emociones de esa conciencia estriba su coherencia.
El amor solo desde afuera, desde los canales físicos de los ojos o de la piel, es un amor rutinario y está llamado al fracaso, por eso es adecuado llevarlo hacia adentro, hacia ese espacio vacío del interior, ahí toda relación es única e incondicional.
EJERCICIO PRÁCTICO:
Relájate física, emocional y mentalmente. Establece una alineación coherente y observa la respiración unos momentos. Intenta no dialogar con los pensamientos. Establece un espacio en tu interior.
Mentalmente observa la imagen de una persona ante ti, frente a frente os miráis a los ojos, observa su reacción.
Ahora deja de visualizar a esa persona, pero lleva su imagen a tu corazón.
Sonríe y nuevamente visualiza que os miráis frente a frente. Observa la diferencia de la primera mirada (reacción de fuga) y la segunda (entrega, sonrisa, amor), has generado un espacio de coherencia. Ahora, mentalmente abrazaros.
Toma una respiración profunda y al exhalar aleja ya de ti la imagen o sensación que quede.
Relájate.
Silencio.
Esta experiencia puedes realizarla físicamente con alguna persona. Te sorprenderá el resultado.
Ese espacio o vacío interior, debería ser equivalente al exterior.
Haz un respiración profunda y pregúntate: ¿qué necesito ahora?.... Nada, respiro.
Sé coherente, no lleves exceso de carga mental o física.
Ten lo necesario en tu habitación, en tu biblioteca, en tu casa, en tus relaciones, también en tu corazón. No te llenes con cantidad de cosas “por si acaso”, ya que además del peso innecesario, fomentas tu inseguridad. Confía, en todo instante tienes lo necesario, pero a veces el miedo impide que lo veas.
Las relaciones coherentes se dan desde el corazón, se dan cuando en nuestro centro sentimos la coherencia, cuando caminamos ligeros de equipaje, cuando podemos silenciarnos y establecer un vacío en nuestro corazón, cuando hay espacio para que se manifieste el amor. Si no es así, en nuestro interior no habrá nadie que quepa, aunque les digamos a nuestros hijos, pareja, amigos,…, mil veces que les queremos.
Para hacer lugar a una persona, debemos hacer un vacío en nuestro interior.
Debemos hacer espacio y preguntarnos si determinada persona o hecho puede ocupar un lugar en nuestro corazón.
Si puedo abrirle un lugar en mi corazón, cada relación, independientemente del tiempo que dure, será coherente, será una relación desde mi centro y será transformadora y original, no será automática ni repetitiva, ya que sale de mí ser original.
¿Como hacer un espacio?
Siendo coherentes con lo que en realidad sentimos aquí y ahora, tener pureza de intención, la cual, hace que haya claridad en la relación y que no nos obliguemos a sentir lo que no sentimos, eso hace que haya vibración sincera, respetuosa y amorosa, pero sobretodo, coherente.
Desde nuestro espacio, desde los lugares que ocupamos, todos irradiamos vibraciones magnéticas de claridad u oscuridad, y de todas las tonalidades de entre medio. Desde esos espacios se da nuestra interacción con los demás, y, si ese espacio no es puro, nuestra interacción tendrá mucho ruido, tendrá interferencias, no nos entenderemos. Irradiamos desde muchos canales, de los ojos a los ojos, de las manos y el cuerpo hacia las manos y el cuerpo del otro, muchos canales de energía salen también del corazón y tocan tu corazón. A través de esos canales fluye recíprocamente la información y la energía aunque no digamos una sola palabra. Esos canales de comunicación que formamos permiten que haya coherencia, que haya comunión en la relación.
En una relación de coherencia no hay extraños. En una relación de ruido, hay extraños, aunque lleven muchos años juntos. Una relación coherente no lo es desde el cerebro, o desde la memoria; una relación coherente lo es desde el corazón. Cada día es sorprendente, es nueva, es creativa, porque se da desde la conciencia humana, donde nos estamos transformando permanentemente; pero no te confundas, una relación coherente no está libre de la visión distinta del mundo de cada persona, ni de las diversas opiniones que se puedan tener, precisamente en la expresión sincera de los pensamientos y emociones de esa conciencia estriba su coherencia.
El amor solo desde afuera, desde los canales físicos de los ojos o de la piel, es un amor rutinario y está llamado al fracaso, por eso es adecuado llevarlo hacia adentro, hacia ese espacio vacío del interior, ahí toda relación es única e incondicional.
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Relájate física, emocional y mentalmente. Establece una alineación coherente y observa la respiración unos momentos. Intenta no dialogar con los pensamientos. Establece un espacio en tu interior.
Mentalmente observa la imagen de una persona ante ti, frente a frente os miráis a los ojos, observa su reacción.
Ahora deja de visualizar a esa persona, pero lleva su imagen a tu corazón.
Sonríe y nuevamente visualiza que os miráis frente a frente. Observa la diferencia de la primera mirada (reacción de fuga) y la segunda (entrega, sonrisa, amor), has generado un espacio de coherencia. Ahora, mentalmente abrazaros.
Toma una respiración profunda y al exhalar aleja ya de ti la imagen o sensación que quede.
Relájate.
Silencio.
Esta experiencia puedes realizarla físicamente con alguna persona. Te sorprenderá el resultado.
Muchas gracias.
Recordamos que podéis dejar vuestros comentarios, entrando en el blog, clicando abajo en el enlace de L’harmonia del drac.
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