RITUAL DESDE EL CORAZÓN

Como otras veces en estos días, dedicaremos un recuerdo especial a nuestros familiares o amigos difuntos.
En estas fechas, tanto si eres creyente o como si no, existe una energía de recogimiento y de recuerdo (religioso o no) hacia personas que compartieron con nosotros su espacio de vida o parte de él. Los más sensibles a esta energía sienten en ellos, más vivo, el recuerdo.
Pues, si es así, puedes, si quieres, dejarte guiar por esa sensación y dentro de tu meditación hacer un pequeño Ritual de Luz.

Antes de comenzar, un pequeño apunte:
Si tienes un recuerdo hacia tus padres fallecidos, tienes que tener en cuenta que, a veces, la experiencia vivida en el núcleo familiar no siempre la recordamos como agradable; hasta incluso, en muchos casos, la recordamos como muy dura. 
Si es ese tu caso, date tiempo. Si el niño está herido, el adulto puede que lo intente justificar, pero todo eso es mental, no sirve. Para sanar la herida, hay que dejar salir lo contaminado.
Sin embargo, ten en cuenta que todo lo que vivimos es fruto del Amor más profundo, aunque la apariencia nos haga creer otra cosa.

EJERCICIO PRÁCTICO:
Busca tu espacio de silencio.
Toma unas respiraciones profundas. Calma tu mente y decide entrar en contacto con tu Ser.
Silencio.
Para profundizar, haz una cuenta descendente del 10 al 0, como si bajaras lentamente por una escalera.
Silencio.
Ahora, si tus padres han fallecido, trae a tu mente su recuerdo.
-Padre, Madre, (desde el corazón) gracias por la vida, gracias por vuestros cuidados, gracias por el amor que me disteis; yo soy la prueba viviente de todo esto. Gracias.
Seguid hacia la Luz, hacia vuestra propia evolución. No abandonasteis nada, no sois culpables de nada. Todo energía bloqueada es liberada, todo es bendecido y consagrado, y yo, desde aquí, así lo declaro.
Gracias por el espacio de tiempo que compartimos en esta dimensión de vida (
los visualizamos en una gran bola de Luz azulada, La Luz Clara de la Realidad)-.
Si son hijos o pareja los fallecidos, agradecemos su espacio de vida con nosotros y el habernos elegido como padres o pareja. No hay culpas, ni abandonos. Los dejamos marchar hacia la Clara Luz y les damos las gracias.
Y así seguimos ahora con otros familiares o amigos.
Agradece y bendice este tiempo compartido y visualízalos rodeados de flores dentro de la Clara Luz de la Realidad. 
Silencio.