CANALIZAR EMOCIONES

Siguiendo el tema de “Un mundo de máscaras”, comprendimos que el ego tiene dos caras, es dual, como todo en esta dimensión: una es nuestra forma de comportarnos con el mundo, y otra, más auténtica, pero oculta, es lo que hemos guardado en “un rincón del alma”.
¿Qué es lo que hay ahí? Negaciones, represiones, impulsos frenados, expresiones no exteriorizadas de algo que el mundo considera “malo”, emociones etiquetadas negativamente, demandas no satisfechas, tristezas y llantos escondidos,..., subconsciente individual y del colectivo humano que forma un cuerpo de energía vivo y muy denso, semillas de “algo” no comprendido, que, en cuanto se dan las condiciones propicias, se manifiesta sin que podamos controlar.
Todo lo que no comprendemos o no conocemos se escapa a nuestro control, se hace resistente y tiene mucho poder sobre nosotros, precisamente por haberlo rechazado o reprimido. Hemos creído que podemos controlar, reprimiendo. Hemos creído que podemos eludir las tendencias o los impulsos, mirando a otro lado, pero eso no es asi, nada que esté dentro de nosotros es posible de eludir, absolutamente nada, todo esta ahí y, precisamente, por ser rechazado y eludido, se ha hecho poderoso y nos controla. Controla nuestro cuerpo, nuestras emociones, nuestras relaciones, nuestra salud (el hígado, el bazo,..., por ejemplo se ven afectados por la cólera, la ira...), y no porque sean “malas” emociones, sino porque las hemos reprimido y han sobrecargado nuestros órganos. La ira es energía de autoafirmación, no es negativa, lo negativo es no dejarla salir y sentir que siempre estás airado o irascible. Todos los sentimientos son buenos y tienen un propósito, cuando se reprimen, dejando que queden atrapados, se convierten en malos sentimientos, se vuelven resentimientos. El miedo está ahí, congelando nuestros riñones, actuando sobre nuestros huesos, sobre nuestra energía ancestral; la obsesión está actuando sobre el metabolismo del azúcar en el páncreas, y sobre el bazo y la circulación de la energía; el exceso de exaltación, que no es alegría, sino “manía”, esta sobrecargando tu corazón; el exceso de egoísmo y posesividad actúa sobrecargando los intestinos y pulmones, te ahogas literalmente entre tus apegos y entre todo lo que intentas retener.
O sea, todas las emociones dibujan nuestro cuerpo y también nuestras relaciones. Cada uno de esos aspectos reprimidos y abandonados en la sombra es una parte no desarrollada de un aspecto positivo de la misma emoción; la ira, con ese gran potencial de energía de autoafirmación, se puede canalizar hacia una apertura mental y hacia proyectos de elevada vibración; una persona obsesiva puede ser muy tenaz y constante en la acción... todo tiene dos caras y no podemos negar la raíz oculta, mirando solo la flor; podemos crecer si tenemos buenas raíces, podremos ascender a la Espiritualidad si descendemos al cuerpo, a la tierra, a la raíz.
Seguiremos ampliando este tema y podéis comentar a través del blog.
Muchas gracias

Ejercicio práctico:
Busca tu momento de interiorización. Descubre cómo con la práctica diaria eres más consciente de ti mismo. Observa el fluir de tu respiración, no tengas ninguna prisa, es un instante importante de tu día.
No fuerces nada, tu únicamente estas ahí, consciente de tu respiración, y de tu cuerpo, alerta de las sensaciones, descansa en el Ser. Lo que esté llamado a surgir, ya surgirá en su momento, y, cuando así sea, solo observa sin juicios ni razonamientos.
Silencio.