Cuando descubrimos el camino de conexión a un nivel más elevado de conciencia, a menudo nuestro ego se pone en guardia; hasta ahora él ha sido el gobernador de nuestra vida. Sin embargo, cuando accedemos a esa realidad cuántica del Ser, nuestro ego se debilita y teme morir, ya que esas dos vibraciones no son compatibles, aun formando parte de un Todo.
Es por eso que, a veces, en el inicio de ese camino interior y apoyados por falsas ideas esotéricas, tratamos de “sacrificarnos” intentando cambios demasiado estrictos en nuestra vida, lo cuál, muchas veces, nos lleva a la decepción: habíamos puesto tantas expectativas en la práctica espiritual, que tiramos la toalla, -esto no funciona - .
Si añadimos un poco más de voluntad y seguimos ese camino iniciado, un día descubrimos que ya vivimos en el Todo, en la Esencia, en Dios, no hay palabras que definan lo que Es.
La decepción viene de la elección, de la creencia de que hay algo mejor que otra cosa.
Estamos aquí para darnos cuenta de que Todo Es, y de que lo que Es no tiene alternativa: no puedes salirte de ese Todo, lo único que puedes hacer es ser consciente de Él, con lo cuál, o te entregas y vives “divinamente”, o eliges la vibración miedosa del ego.
El proceso de búsqueda interior es lento comparado con la experiencia de vida de estos momentos, pero si creemos en esa dimensión Espiritual, aprenderemos a ser conscientes de cada etapa del proceso.
Como por ejemplo:
Tal como somos, donde estamos y en lo que hacemos, es como mejor podemos ser, estar y hacer; no hay movimiento en otra dirección si no aceptamos el aquí y el ahora como lo mejor.
No creas que “debes sacrificarte” para conocer a “Dios”, el mismo sacrificio impide su conocimiento.
No creas que debes protegerte de algo externo, rodeándote o sumergiéndote en una “luz protectora”, ya que de esta forma fomentas la idea miedosa de nuestro ego, das poder a la creencia de que algo fuera de ti puede hacerte daño. Es bueno visualizar y sentir la Luz en ti, pero no como elemento de protección de algo externo.
Tampoco sirve de nada, decirte frases afirmativas sin implicarles la emoción, como decir –voy seguro por la vida -, si no lo sientes profundamente así. Las afirmaciones se manifiestan cuando son creencias profundas.
Toda creencia es la conjunción de pensamientos sentidos, por eso nuestro ego tiene tanto poder, porque la apasionada emoción del miedo es intrínseca en él.
La mejor protección es nuestro grado vibracional. Todo lo que temes es de una baja vibración, sin rechazarlo, puedes mantenerte por encima, solo es cuestión de estar alerta. No dejes de poner aceite en tu lámpara.
EJERCICIO PRÁCTICO
Busca tu espacio de quietud.
No creas que debes protegerte de algo externo, rodeándote o sumergiéndote en una “luz protectora”, ya que de esta forma fomentas la idea miedosa de nuestro ego, das poder a la creencia de que algo fuera de ti puede hacerte daño. Es bueno visualizar y sentir la Luz en ti, pero no como elemento de protección de algo externo.
Tampoco sirve de nada, decirte frases afirmativas sin implicarles la emoción, como decir –voy seguro por la vida -, si no lo sientes profundamente así. Las afirmaciones se manifiestan cuando son creencias profundas.
Toda creencia es la conjunción de pensamientos sentidos, por eso nuestro ego tiene tanto poder, porque la apasionada emoción del miedo es intrínseca en él.
La mejor protección es nuestro grado vibracional. Todo lo que temes es de una baja vibración, sin rechazarlo, puedes mantenerte por encima, solo es cuestión de estar alerta. No dejes de poner aceite en tu lámpara.
EJERCICIO PRÁCTICO
Busca tu espacio de quietud.
Vive la experiencia interior por el gozo de vivirla, de descansar en el Ser, respira conscientemente y no pongas excesivas expectativas en los frutos de tu acción, pero no dudes de que se te darán.
No te apegues a ningún elemento de protección de algo externo, cree y siente que donde estás y en lo que haces siempre estas protegido.
Puedes visualizar Luz en ti, puedes sentirte en la Luz por el solo hecho de sentir esa vibración de Amor.