RINCONES POR LIMPIAR

Cuántas veces nos cruzamos en la calle con algún conocido y la pregunta más común es:"¿Qué tal, como va todo?".Y también la respuesta más común suele ser:"Pues, de momento, bien (esto ya implica que puede venir otro momento: mal), vamos haciendo o vamos tirando."
¿Qué triste, no? Vivimos como conformados, resignados con nuestra vida. Ni siquiera nos planteamos que ésta pudiera ser diferente, como si nosotros no tomáramos parte en esas vivencias. Todavía no somos conscientes de nuestra responsabilidad en la creación de la realidad en que vivimos.
Nos conformamos (aparentemente), creyendo que no tenemos alternativa, o, si lo creemos, vemos imposible poder realizar algún cambio que nos produzca más satisfacción y así "vamos tirando".
Precisamente, en los tiempos en que vivimos, de grandes cambios, se da el terreno adecuado y fértil para afrontar y ver esa parte de realidad que no nos gusta (trabajo precario, economía debilitada, relaciones difíciles, etc.), pero que, por otra parte, es necesario vivir porque ya es un hecho.

¿Cómo lo hacemos? Busquemos lo bueno de todo esto, busquemos ahí la semilla de una nueva realidad mucho más satisfactoria, no queramos seguir a la fuerza con lo mismo, intentando atravesar dolorosamente la pared por donde queremos pasar a toda costa, seamos conscientes de la puerta que se abre al otro lado.
Solamente (pero esencial), necesitamos reflexionar, interiorizar, descubrir y expresar qué es lo que no nos gusta de nuestra realidad. No debemos dejarlo en un rincón como si no existiera. Debemos mirarlo, dejar que se exprese, sanearlo y sacarlo a la luz, eso nos enfoca a una nueva realidad de las infinitas a las que podemos acceder. 
Todo lo que no nos gusta en profundidad, es una parte de nuestra sombra, una parte no elegida, abandonada en un rincón, pero esa parte lucha por sobrevivir y aparece continuamente en nuestra vida, en nuestro trabajo, en nuestras relaciones, en la familia, en nuestros hijos o padres, etc.
¿Y qué es lo que hacemos? Rechazarlo como si fuera algo doloroso y casual que nos “toca” vivir con sufrimiento, sin darnos cuenta de que esa circunstancia es el vehículo del que se vale la vida para que limpiemos esos rincones ocultos, ahí está la semilla de la integración, ahí tenemos la oportunidad de amar lo que consideramos “imposible” de amar. Quizás, nuestra próxima respuesta a la pregunta inicial, pueda ser: "me va todo perfecto, vivo cada experiencia, sea la que sea, aquí y ahora, me entrego a la vida".
 
EJERCICIO PRÁCTICO
Como tantas veces, decide tu momento de meditación y busca tu espacio.
Determina tu postura, sé consciente de tu respiración, intenta no dialogar con tus pensamientos.
La tranquilidad física te lleva a una paz emocional y a la calma mental, al Yo Soy aquí y ahora.
Silencio.
Después de unos minutos en silencio, observa las diferentes parcelas de tu vida: salud, trabajo, relaciones, etc.
Siente lo que surge en ti, deja que aflore lo que vives con sufrimiento, es un hecho, acéptalo, di que lo amas.
Cuando integramos la sombra, ya no hay razón para que ésta se vuelva a mostrar. No tengas prisa, date tiempo, hasta ahora decidías vivir una experiencia, rechazando otra; ahora te das cuenta de que puedes elegir sin rechazar.
Toma un inspiración profunda y, al exhalar, ríndete, entrégate, decide vivir la experiencia y da gracias por ello.
Silencio .
Recuerda: rendirse no es resignarse.

Muchas gracias por tu atención.