RITUAL DE LUZ HACIA LOS DIFUNTOS | RECUERDOS DE LUZ

Hoy os proponemos tener un recuerdo impregnado de Luz hacia familiares o amigos ya fallecidos.

Sabemos que la energía nunca muere, solo se transforma, por lo tanto, la energía que una vez se concretó en un cuerpo físico, sigue habitando en otro plano de la existencia, siguiendo su camino de fase.
Cuando algún ser querido se va, es natural y conveniente pasar el duelo: permitirnos el llanto, la tristeza, expresar nuestros sentimientos sin represiones, pero de una forma equilibrada, sin dejamos arrastrar por creencias y emociones muy arraigadas que muchas veces son expresiones de nuestro propio miedo, apego e ignorancia.

Si creemos que todo es una continuidad de conciencia, dejaremos marchar al que se va sin apegos y sin reproches. Al contrario, nuestra actitud mental debería ser la de facilitar ese camino. Les podemos ayudar diciéndoles que no teman, que no se culpen, que sigan la Luz Clara, que busquen esa Luz, que la reconozcan y se entreguen a ella sin más.

Seguramente, esto no es fácil cuando esa persona es alguien muy allegado y sobre todo hijos, pareja, padres...
La fuerza y la confianza necesarias en este trance solo pueden venir del trabajo interior con nosotros mismos: la confianza en que todo sigue, en que todo tiene un sentido elevado, (aunque no lo podamos entender), la observación sincera de nuestro dolor, que a veces tiene mucho de apego emocional y egóico.

Cuando podamos comprender que solo la forma física tiene principio y fin, aceptaremos la muerte como un cambio. No veremos más a esos seres queridos, pero, a través de nuestro Ser Esencial, podremos comunicarnos, dejando que fluya esa energía, dándoles las gracias por el tiempo que estuvieron con nosotros, por lo que compartimos, por lo que nos enseñaron,... recordando que la experiencia de vida que aquí tuvieron fue adecuada y precisa, que no sientan culpa por irse, que no se aferren a nada, que no abandonan nada, que sigan a la Luz Clara y se sientan en Paz.

Sabemos que desde aquí les podemos ayudar muchísimo, pero depende de lo que creamos y sintamos nosotros: si sentimos rabia, resentimiento, reproches por su vida o por su muerte, o bien, exceso de amor emocional (apego), si emitimos juicios de lo que tendría o no que haber sido, ..., no podremos ayudar, ni a ellos, ni a nosotros mismos. Tendremos entonces que darnos un tiempo para trabajarnos interiormente sin forzar nada, hasta encontrarnos en Paz y Equilibrio, y será entonces cuando esa proyección hacia la Luz será beneficiosa para todos.
La vida y la muerte son una, tal como un día completo consta de día y noche.


EJERCICIO PRÁCTICO:
Busquemos nuestro espacio, observemos nuestro cuerpo, nuestra respiración, acallemos pensamientos y emociones, sin prisas, estamos con nosotros mismos y descansamos en nuestro Ser interior, silencio…
Ahora traemos a nuestra mente el recuerdo de algún ser querido y, desde el centro de nuestro Ser, le agradecemos el espacio de vida que compartió con nosotros, el habernos escogido como familia o como amigos, desde donde estamos aquí y ahora le bendecimos y le dejamos ir hacia su propia experiencia, que se entregue a la Luz, que no ha abandonado nada, que su recuerdo es nuestra fuerza y estamos bien, que todo fue y es tal como debe ser y damos gracias. Silencio.

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Finalmente, os proponemos una actividad relacionada con esta temática: un RITUAL DE LUZ HACIA LOS DIFUNTOS.
Si se forma un grupo con suficientes participantes, se realizará el próximo sábado 31 de Octubre de 2009, de 16.30h a 19.00h.
La actividad es abierta a todos y gratuita.
Si os interesa,por favor contactad con nosotros.
Gracias por vuestra atención