LA CLAVE ES EL AMOR - 4ª PARTE

Resumen de la sesión de trabajo del pasado lunes 1 de diciembre de 2008.

Poco a poco, el camino nos lleva hacia la libertad, a abrir nuestra mente y a elevar nuestra vibración.
Desde la forma de vida centrada en los tres chakras inferiores hasta la vibración más elevada del centro cardíaco, hay un gran paso. Esa aparente separación, que refleja también nuestro cuerpo, es la causa de que nos cueste tanto experimentar un amor compasivo hacia nosotros mismos y hacia los demás.

Sin embargo, queremos dejar de sufrir y un día quizás decidimos aquietarnos y escuchar la voz de la Intuición (que siempre nos habla, pero no la escuchamos) y decidimos confiar. Comenzamos a practicar la aceptación del instante, sea lo que sea, ése es el primer paso hacia el Amor.
Esto no quiere decir que las vibraciones inferiores desaparezcan del todo, pero ya pasamos menos tiempo en la conciencia inferior. Poco a poco, nos miramos, miramos nuestra vida y aceptamos sin juicios, confiamos en que la vida siempre nos proporciona lo mejor para nuestro aprendizaje. Al experimentar la aceptación y el amor hacia nosotros, pronto lo experimentamos hacia los demás y comprendemos que éstos son compañeros de viaje, ahora respiramos mejor, comenzamos a integrar cuerpo-mente.


Cuando emitimos vibraciones amorosas, estimulamos a que los demás desarrollen las suyas (cosa que también pasa con las de niveles inferiores).
Cuanto más practicamos la aceptación y el amor incondicional, más nos damos cuenta de que todo aquello de lo que dependíamos como algo primordial, deja ya de tener tanta importancia; y eso nos lleva a ver la vida como algo milagroso, se abre la milagrosa creatividad del 5º chakra: el laríngeo.
Comprendemos desde lo más profundo de nosotros mismos que no hay nada por lo que temer, que la abundancia del universo existe para todos, que la vida siempre nos da lo que necesitamos en cada instante y, que si sufrimos infelicidad y carencias, no es porque lo merezcamos, sino porque creemos merecerlo.
Cambiemos nuestra programación y, desde el silencioso trabajo en nosotros mismos, ayudemos a los demás (si es su momento) a cambiar la suya, ésta es nuestra responsabilidad aquí y ahora.


Desde este centro nos abrimos a muchas más personas, no con el afán de control (como en la conciencia inferior), sino para compartir la vibración de confianza en la Abundancia Universal que nosotros vamos adquiriendo.

Como no gastamos tanta energía en aferrarnos a dependencias de las que nos estamos liberando, canalizamos esa energía para bien nuestro y de los demás. También mejora nuestra salud física y mental.
Poco a poco, en nuestro trabajo interior desarrollamos la visión interna, la Intuición, el 6º chakra, también llamado 3er ojo.
En este nivel de conciencia aún existe dualidad, pero vivimos la mayor parte de nuestra vida diaria en el aquí y el ahora; somos conscientes de nuestros actos, vivimos plenamente cada instante, observándonos desde la conciencia consciente, nos damos cuenta de que podemos vivir y experimentar todo en la vida desde un nivel superior de conciencia y, por lo tanto, no depender de nada.
Nos observamos actuando en los otros cinco centros y no nos criticamos ni nos felicitamos, somos testigos de nosotros mismos y dejamos que la vida se muestre, tomamos el papel de observador desde ese lugar tranquilo y profundo, y lo aceptamos todo sin juzgar; sin embargo, no nos retiramos del mundo, interactuamos y aprendemos más que nunca. Sabemos que nuestro cuerpo-mente quizás todavía vive conflictos, pero desde el nivel de la conciencia consciente, nada nos perturba. Nos entregamos a la misión de ser co-creadores de un mundo cada vez más hermoso.
Desde este centro observamos la continuidad, sin separación de los centros inferiores y superiores, como un camino sin interrupción, nos miramos actuar y miramos la actuación de los demás en el teatro de la vida, conscientes de cada secuencia.

Al final de este viaje, la vibración del 7º chakra nos impulsa hacia la Unidad.
Poco podemos decir aquí, ya que por experiencia no lo hemos vivido, pero si, como se dice y nuestra Intuición nos confirma, es el nivel de vibración de la Conciencia Cósmica, creemos que en su momento viviremos esa experiencia de sentirnos Uno con la Vida, de no experimentar separación de ninguna clase; así como desde la vibración del 6º chakra observamos en nosotros la experiencia de seguridad, sensación, poder, amor y abundancia universal, al final del camino “somos” seguridad, sensación, poder, amor, abundancia y Conciencia Pura; no hay separación entre el observador, lo observado y el acto de observar, todo es Uno, por lo tanto nos sentimos Uno con los demás y con el Universo, nos convertimos en “seres divinos” con plena conciencia de Ser.

Esta era nuestra herencia, trascender todos los limites personales; el servicio a los demás se hace uno con nosotros, ya que no hay “otros” y todo se experimenta desde el “nosotros”, pero suponemos que no es fácil vivir ese nivel de conciencia, seguramente se necesita un estilo de vida muy especial dedicado a un profundo trabajo interior, pero si logramos situar nuestra conciencia en los niveles de Amor (4º chakra), Abundancia (5º chakra) y/o Consciencia (6º chakra), podremos tener una vida plena y gozosa, aunque todavía quede alguna dependencia de los centros inferiores de las que poco a poco nos vamos liberando.


Práctica de autoconocimiento
Meditación de observación y aceptación de nosotros mismos, tal como somos aquí y ahora, proyección de aceptación hacia los demás, agradecimiento y silencio.

LA CLAVE ES EL AMOR