EL GENOMA ESPIRITUAL

Gran parte de humanidad dejamos en manos de otros nuestra propia vida; ahora con los estudios científicos sabemos sobre muchas disfunciones y/o enfermedades, y cuáles son o no hereditarias.
Sin embargo, de todos estos descubrimientos, los médicos y metafísicos antiguos ya nos hablan. La humanidad ha ido recibiendo mensajes que quizás no ha sabido interpretar, sobre todo de las antiguas tradiciones egipcia y védica. En nuestra época, casi todos esos mensajes ya tienen demostración científica.

La humanidad en general es todavía muy infantil, diríamos que todavía va en pañales, y al no creer todavía en lo que Somos, muchas veces necesitamos depender de otros.
Tenemos cualquier disfunción física o mental y si, por los resultados de complicadas y a veces largas pruebas, los expertos llegan a la conclusión de que lo que tenemos es de origen genético, muchos de nosotros ya creemos que no podemos hacer nada y quizás por el temor o por el dolor de lo que estamos viviendo, nos abandonamos sin la más leve esperanza. Desde el nivel material (algunos es el único en el que creen) nos creemos “sentenciados”.

Pero se pueden ver las cosas desde otro punto de vista u otro nivel, aunque esto ya depende de lo que creamos. Por afligidos que nos encontremos, la Esperanza está siempre dentro de nosotros, nadie nos la puede dar, ni nos la puede quitar, forma parte de nuestro Ser más profundo.
Desde siempre, la metafísica (más allá de la física) nos dice que todo es mental, es decir que todo cuanto percibimos con nuestros sentidos antes ha sido una idea, una creencia. De eso nos hablan las más antiguas tradiciones y en nuestros días ya nos lo dice la física cuántica; sabemos que se está ya trabajando en un gran laboratorio de partículas, para intentar descubrir el origen de la materia concreta… los científicos descubrirán a Dios?

Si todo es mental, el genoma físico y tangible sería la manifestación de un genoma mental e intangible de poderosas ideas, sería un sistema de creencias.
Estudiosos de esas antiguas tradiciones nos hablan de que en un cierto nivel, antes de aparecer en la manifestación física, el alma del ser que va a encarnar es atraída (y a su vez atrae a) por las almas de los que serán sus padres en el mundo de la forma.
TODO es un acto de AMOR (cohesión, atracción) sin límites, un AMOR como no conocemos en la Tierra. Así pues, se dice que cada ser encarnado en la forma trae su trabajo a realizar, cada uno trae su “mochila”. Y así “aterrizamos” en la materia con un gran peso (quizás unos más que otros, pero TODOS traemos equipaje) que al ir tomando conciencia y al vivir las experiencias necesarias conscientemente, poco a poco iremos soltando, hasta que un día haya desaparecido (esté todo aceptado, integrado y experimentado) y ya no nos haga falta pasar por la Tierra (aunque seguramente, habrán otros niveles a experimentar, la Conciencia es Eterna).
Para vivir las experiencias necesarias buscaremos a determinados padres, que tengan determinadas tendencias y actitudes que les lleven a determinadas disfunciones o enfermedades y que a nosotros, los hijos, nos vaya bien “heredarlas”(aunque en el nivel material lo neguemos y lo rechacemos) para tomar conciencia de esas actitudes y las integremos sin juicios.

Observando y tomando conciencia sin rechazos ya estamos cambiando nuestra mente (metanoia) y ese cambio mental será el que algún día origine un cambio en el nivel de la forma.
Desde Adán (analogía del origen y significado del ADN) todo es trasmitido de generación en generación, actitudes y tendencias grabadas en nuestro ADN, todos somos una gran familia heredando los mismos conflictos y enfermedades desde el origen, en el Bhagavad Gītā (tradición hindú) ya se habla de esto, pero también se dice que podemos salir de este condicionamiento. ¿Cómo? Conociendo que esto es así, creyendo que podemos salir y con voluntad para realizarlo; naturalmente para los cambios se tienen que dar esos dos conceptos: conocer cómo son las cosas y voluntad para actuar.

Si somos conscientes, si nos conocemos y tenemos voluntad de acción, por dolorosas que sean las circunstancias que vivamos, no perderemos nunca la conexión con esa Luz Interior que nos guía, no nos abandonaremos sin esperanza, sino que nos entregaremos (la entrega es muy diferente del abandono), amorosamente a lo que la vida nos traiga, con la creencia de que con nuestra actitud de aceptación ya comenzamos un cambio mental que nos puede ayudar, seguramente, mucho más de lo que creemos.

Grabemos nuevas creencias en nuestro genoma mental, en lo más profundo de nosotros mismos, en el “disco duro”, para bien nuestro y para que un día en el ADN de las nuevas generaciones se impongan y cobren fuerza los genes de la FELICIDAD, del AMOR de la ACEPTACIÓN, de la CONFIANZA, y esto es en este instante, aquí y ahora, en nuestro presente, implantemos esta CREENCIA, está en nuestras manos.
CREER ES CREAR