“COMO SOBREVIVIR Y MEJORAR LA SALUD EN TIEMPOS DIFICILES”

Resumen de la conferencia ofrecida por Jose Mª Villagrasa el pasado 28 de octubre de 2008.

El efecto de la palabra crisis provoca instantáneamente en nosotros una sensación de inseguridad, un malestar, ¿qué pasara?... sin embargo, el origen griego de esa palabra significa transformación, cambio…, por lo tanto, si dijéramos: - estamos en tiempos de cambio-, no nos sentaría tan mal.
Con los estudios de la física cuántica se sabe que un cuantum es la parte más pequeña de algo y que tiene comportamientos indeterminados, que un fotón puede traducir luz o materia y que puede manifestarse en cualquier lugar de forma simultanea. Puede hacer varias cosas. Como nosotros.
¿Cuál es la causa de nuestros conflictos?, ¿qué pasa cuando hacemos algo que nos crea insatisfacción?, Pues que esa insatisfacción es causa de diferentes emociones en cada uno de nosotros: podemos crear frustración, mal humor, malestar, ansiedad, rabia, etc., y, como no estamos solos en el Universo, constantemente emitimos y recibimos frecuencias informativas de determinada vibración: cuando tenemos ansiedad, conectamos con la “emisora” ansiedad y así, tenemos más ansiedad; cuando tenemos rabia, “emisora” rabia y tenemos más rabia y así sucesivamente, y, además de esas frecuencias intangibles, al poco tiempo conectamos con las ya manifestadas: se presentan ante nosotros personas ansiosas, rabiosas …, esto es así, es la Ley de Atracción. Tal como estamos es lo que atraemos.

¿Qué hacemos? Mirar hacia adentro, descubrir la Brújula Interior, la Intuición, y encontrar la satisfacción que atraerá más satisfacción. Y…. ¿con la insatisfacción ya creada, que hacemos? ¿dejamos el trabajo, la relación…? ¿dejamos todo lo que nos crea esa insatisfacción? No, rotundamente no, si no cambiamos nuestra actitud, no dejemos nada, ya que encontraremos más de lo mismo y quizás peor.
Simplemente tenemos que observarnos y saber qué es lo que crea nuestra frustración, porqué seguimos unos hábitos que nos llevan al conflicto, como los que en un barco a la deriva prefieren quedarse en el buque sabiendo que se hunde antes que saltar con salvavidas a las lanchas, con la posibilidad de salvarse.
¿Por qué hacemos esto? Lo conocido nos da seguridad, aunque sepamos que nos lleva al sufrimiento.
En esto nos puede ayudar muchísimo la Brújula, ¿un trabajo que no nos gusta? Dejémoslo, o bien, cambiemos algo para que ese mismo trabajo nos produzca satisfacción.
Hay personas que hacen un trabajo que no les gusta nada, a otras les gusta poco y a otras les gusta mucho y este proceso no les afectará, pero como éstos son los menos, debido a estos cambios tendrán también menos trabajo, con lo cual se frustrarán. O sea, que en todos los casos se requiere un cambio, si nos gusta mucho nuestro trabajo y ahora tenemos menos, disfrutemos de la satisfacción que nos produce tener más tiempo para nosotros; muchas veces en la vida se necesita menos trabajo y más calidad de vida, si sabemos utilizar este tiempo libre, esto nos dará paz y al poco tiempo conectaremos con gente que también tiene más tiempo para ella y que trabaja la satisfacción, entonces ampliaremos nuestros beneficios, quizás no tanto (o si) económicos, pero sí morales, y podemos afirmar que la supervivencia estará asegurada.

En estos tiempos se dan casos de personas que han perdido todos los ahorros que tenían en el banco y han sabido ver la suerte que eso significaba para ellos. Ahora ya no les hace falta seguir en un trabajo que no les gustaba nada para seguir ahorrando, sin saber bien por qué se han desprendido de la ansiedad que les estuvo produciendo durante años el ahorro de ese dinero y después el miedo a perderlo. Se han liberado, ha mejorado su salud y, al cambiar su frecuencia, han encontrado la paz y esa nueva frecuencia les lleva a encontrar un modo de subsistencia mucho más armónico y sin ansiedad.

No es fácil trabajar estos conceptos. No es fácil, pero no es imposible, basta con que nos demos cuenta y nos dejemos guiar por nuestra Brújula Interior, porque este es el momento de hacerlo, los cambios se dan a todos niveles. La Tierra también está despertando de miles de años de noche cíclica, es como el amanecer de un nuevo día. A veces, al despertar, hay un momento de paso del dormir al despertar en el que no sabemos bien donde estamos, pues ahora la Tierra está en ese punto. Tendríamos que agradecer el poder ser testigos de ese cambio, mirar nuestros bienes y no nuestros males, este es el trabajo a realizar: ser conscientes de nuestras capacidades, de nuestros talentos y saberlos “invertir” para bien de todos y siempre a favor del cambio que nos brinda una nueva oportunidad de vida. Si nos resistimos a ese cambio que se muestra a todos niveles, estaremos estancados en la rutina en la que llevamos muchos años y dependiendo de la emoción ansiosa de poder que nos lleva a la peor de todas las emociones, la compulsión.

Las emociones tienen distintas frecuencias. La que tiene peor vibración respecto a la proyección de destrucción celular o la creación de radicales libres, es la compulsión. La compulsión es la ansiedad por conseguir algo desesperadamente y bloquea nuestra Brújula. Cuando una persona está insatisfecha intenta compensar buscando algo que le de satisfacción. Cuando esta búsqueda se convierte en ansiedad, aparece la compulsión.
Hemos vivido muchos años de estancamiento, enfocando nuestra felicidad en tener dinero o posesiones. Vivimos en uno de los países que más alardea de tener propiedades que en realidad no le pertenecen, por el contrario las hipotecas nos poseen a nosotros; hay muchísimos casos de compra de casas o pisos sin tener el más mínimo capital. Esta ansiedad de posesión es una compulsión, fruto de esa época de estancamiento anterior, en la que el ser humano (fácil de dirigir) ha sido “distraído” y encaminado hacia el poder, naturalmente porque nosotros queríamos ir. Ahora quizás estamos dirigidos hacia otro punto, pero es el momento de despertar y ser conscientes de adónde queremos ir y dejarnos guiar por nuestra Brújula Interna. Es hora también de tener claro que somos capaces de sobrevivir en este Planeta por nosotros mismos, un Planeta maravilloso que nos da en todo momento lo que necesitamos. Lo que también debemos tener claro es que no somos los dueños de este Planeta, el día que comprendamos esto seguramente nuestra Brújula funcionará mejor.
Por lo tanto, atención a lo que nos da satisfacción y atención a lo que nos da menos satisfacción, y atención a lo que realmente hacemos por el miedo a perder cosas.
Realicemos un pequeño trabajo un momento: ¿si yo no tuviera miedo a perder…x (algo material, de relación, de afecto, etc….) que haría?, lo primero que venga a tu mente, ahora cierra los ojos, haz varias respiraciones profundas y repite el mantra OM varias veces…. Deja que tu Yo interior te hable, observa, seguramente que has descubierto algo, respira, abre los ojos ¿Descubrimos posibilidades? ¿Sabemos cómo hacerlo?
Aunque se presenten dudas, tengamos claro que debemos cambiar algo y una forma fácil de comenzar es en nuestra vida cotidiana: cambiar algún itinerario, ya sea el que seguimos cada día para ir al trabajo, o, si no salimos ese día, cambiar el itinerario dentro de casa: si nos levantamos y vamos directamente a la cocina, por ejemplo, dar un rodeo por otra habitación antes de llegar a la cocina. No es que vayamos a otro sitio, sino que vamos por otro camino, con lo cual vemos un paisaje diferente, pasamos por diferentes sitios que emiten diferentes vibraciones, no nos resistimos al cambio, al contrario estamos a su favor y eso hace que poco a poco cambie nuestra realidad.
Nosotros somos seres perceptivos que programamos nuestro futuro. La realidad de la que tenemos conciencia es debida a que creemos que esa realidad es así, pero si la cambiamos, cambian cosas. El solo hecho de cambiar un itinerario rutinario hace que nuestras percepciones sean otras, conectamos con otra realidad, sin cambiar aquí y ahora el objetivo, aunque al percibir nuevas posibilidades se nos abren nuevas puertas.
El mensaje sería: lo único seguro es el cambio, pongámonos a favor de él, creamos en todas nuestras posibilidades, aceptemos la responsabilidad de nuestra vida, aceptemos el riesgo sin quedarnos en el barco que se hunde y dejémonos guiar por nuestra Brújula Interior.

Tomemos nota de 20 claves para vivir sin ansiedad:
1 – APRENDER A RELAJARSE- informarse de cómo hacerlo y practicar habitualmente respiraciones diafragmáticas y relajación muscular.
2 – DORMIR LO NECESARIO – no acostarse tarde, dormir 8 horas diarias, realizar actividad relajante antes de dormir ( leer, oír música, etc.)
3 – EVITAR EXCITANTES – no consumir drogas, bebidas excitantes, tabaco, alcohol…
4 – BUSCAR AMBIENTES AGRADABLES – procurar que el entorno sea lo más agradable posible, sobre todo en el trabajo, huir de los lugares estresantes.
5 – ORGANIZARSE – planificar las actividades con atención, dejando huecos para imprevistos, así ahorramos preocupaciones, sobresaltos y olvidos.
6 – PRIORIZAR – no intentar llegar a todo, el día solo tiene 24 horas, seleccionar lo más importante y aprender a delegar.
7 – SOLUCIONAR PROBLEMAS – afrontar los problemas, no esconderlos; si nos damos cuenta de que somos capaces de solucionarlos, nos sentimos mejor.
8 – TOMAR DECISIONES – seguir un proceso lógico, plantear el problema, analizar posibles soluciones pros y contras de cada una de ellas y elegir las mejores. La solución perfecta no existe. Una vez decidido, no volver a dudar, esto crea más ansiedad.
9 – NO SER CATASTROFISTA – la ansiedad que nos produce una situación, depende de las consecuencias que preveamos; no supervalorar la posibilidad de que todo salga mal, no empezar a sufrir por un problema que no existe.
10 – NO COMPLICARSE MÁS LA VIDA – no añadir nuevas dificultades a la vida, ahora no es momento para dejar de fumar, hacer mudanzas o cambiar de trabajo.
11 – HACER EJERCICIO – practicar algún deporte de forma moderada, pero regular; evitar la actividad excesiva, andar 30 minutos al día seria suficiente.
12 – CUIDAR LA ALIMENTACION – comer sano, aficionarse a la dieta mediterránea, aprovechar el momento de la comida para desconectar y olvidar preocupaciones.
13 – PRACTICAR EL “OCIO” – dedicar los fines de semana a descansar y cultivar aficiones, dejar el trabajo en la oficina.
14 – FOMENTAR LAS RELACIONES SOCIALES – cuidar a las personas de nuestro entorno más próximo y dejar que nos cuiden, no sacar a flote problemas del pasado, evitar conflictos y confrontaciones.
15 – MINIMIZAR EL PROBLEMA – nadie esta libre de problemas emocionales, no dejar que la ansiedad nos domine, ni estamos peligrosamente enfermos ni nos estamos volviendo locos, dentro de poco lo controlaremos perfectamente.
16 – OLVIDARSE DEL “QUÉ DIRÁN” – actuar con naturalidad, no preocuparnos por lo que los demás puedan decir de nosotros ni de nuestros problemas.
17 – APRENDER A DECIR QUE NO – darnos permiso para decir “no” cuando lo deseemos; empatizar y decir algo amable a nuestro interlocutor, pero decir directamente “no” y sin justificaciones; si queremos ayudarle, debemos hacerlo de una forma aceptable para nosotros.
18 – DEJARSE AYUDAR – hay mucha gente dispuesta a ayudarnos (amigos, familiares, profesionales de la salud….) aprender a llamarlos y pedir ayuda.
19 – SUPERAR LOS MIEDOS – hacer una lista de las cosas que nos producen temor y afrontarlas, empezar por las más fáciles, no dejar que el miedo irracional nos limite o nos cree dificultades.
20 – PREMIARSE – reconocer nuestros avances, felicitarnos por los progresos y premiarnos cuando consigamos ciertos objetivos, nunca menospreciar los logros, por pequeños que sean