En este curso, dentro de la meditación, presentaremos determinadas frases que se pueden trabajar en tres niveles diferentes, dependiendo del nivel de conciencia en que nos encontremos en el instante en el que decidimos trabajar.
El nivel básico sería decidirnos a estar unos momentos cada día con nosotros mismos: observar nuestra respiración, aquietarnos, no dejarnos absorber por el ruido mental.
Una vez establecida una alineación física, emocional y mental coherente (observar la respiración ya te lleva a ello), decidimos tomar una inspiración profunda, abrir un momento los ojos, y, sin salir de ese estado de silencio, leer las frases propuestas. Si alguna de ellas, o todas, no “nos dicen nada”, simplemente no nos involucramos: cerramos los ojos, seguimos la respiración un momento más, y poco a poco vamos saliendo de ese nivel. Este nivel de trabajo tiene su adecuación según cada quién y según cada momento, también es una forma de participar. No establezcamos juicios.
El segundo nivel de trabajo, al principio sería igual que el anterior, pero al leer las frases decidimos trabajar más intensamente y las repetimos varias veces, (traduciendo el idioma si nos es necesario, ya que quizás tal como está escrito no las podamos sentir e integrar en nosotros), somos conscientes de lo que decimos y lo sentimos así. En este nivel trabajamos más profundamente que en el anterior, aunque puede ser que no sea así todo el tiempo, aceptemos los cambios.
El tercer nivel sería entrar igualmente a un nivel de conciencia profundo siempre a través de la respiración, como en el nivel anterior. Decir las frases desde lo más profundo de nosotros mismos, pero además incorporar una imagen mental, una visualización creativa que acompañe cada frase: abrimos los ojos, decimos la frase varias veces y creamos una imagen de ella. En un nivel profundo de conciencia, lo que decimos ya lo hemos creado, y, de eso a la manifestación tangible, sólo hay un paso. La creencia de que es así determina esa manifestación. Este trabajo ya tiene una gran fuerza, aunque al principio no es fácil y se requiere práctica y, como es natural, voluntad para la práctica.
De todas formas, decidamos trabajar el nivel que decidamos, no nos forcemos a nada, creyendo que un nivel es mejor que el otro. Lo que no se hace desde la conciencia, no sirve para nada. Lo importante es la decisión del autoconocimiento, la forma de hacerlo ya la iremos sintiendo.
Frases que podemos trabajar en nuestro recogimiento interno diario:
1. Decido Aquí Y Ahora Iniciar Este Camino De Autoconocimiento Interior: Escucho Mi Intuición.
2. Decido Aceptarme Y Amarme Tal Como Soy Aquí Y Ahora, Física, Emocional Y Mentalmente.
3. Decido En Este Instante Entregarme Al Presente Y Dar Gracias.
4. Me Observo Respirando Y Siento En Mi La Energía Vital.
5. Entro En Mi Quietud Y Escucho El Latido De Mi Corazón Dando Gracias.
6. Si Surgen Pensamientos, Los Miro Sin Juzgar Y No Establezco Diálogo Con Ellos.
7. En Este Instante Me Entrego, En Este Instante Confío, En Este Instante Agradezco.
Hasta el próximo día.
El nivel básico sería decidirnos a estar unos momentos cada día con nosotros mismos: observar nuestra respiración, aquietarnos, no dejarnos absorber por el ruido mental.
Una vez establecida una alineación física, emocional y mental coherente (observar la respiración ya te lleva a ello), decidimos tomar una inspiración profunda, abrir un momento los ojos, y, sin salir de ese estado de silencio, leer las frases propuestas. Si alguna de ellas, o todas, no “nos dicen nada”, simplemente no nos involucramos: cerramos los ojos, seguimos la respiración un momento más, y poco a poco vamos saliendo de ese nivel. Este nivel de trabajo tiene su adecuación según cada quién y según cada momento, también es una forma de participar. No establezcamos juicios.
El segundo nivel de trabajo, al principio sería igual que el anterior, pero al leer las frases decidimos trabajar más intensamente y las repetimos varias veces, (traduciendo el idioma si nos es necesario, ya que quizás tal como está escrito no las podamos sentir e integrar en nosotros), somos conscientes de lo que decimos y lo sentimos así. En este nivel trabajamos más profundamente que en el anterior, aunque puede ser que no sea así todo el tiempo, aceptemos los cambios.
El tercer nivel sería entrar igualmente a un nivel de conciencia profundo siempre a través de la respiración, como en el nivel anterior. Decir las frases desde lo más profundo de nosotros mismos, pero además incorporar una imagen mental, una visualización creativa que acompañe cada frase: abrimos los ojos, decimos la frase varias veces y creamos una imagen de ella. En un nivel profundo de conciencia, lo que decimos ya lo hemos creado, y, de eso a la manifestación tangible, sólo hay un paso. La creencia de que es así determina esa manifestación. Este trabajo ya tiene una gran fuerza, aunque al principio no es fácil y se requiere práctica y, como es natural, voluntad para la práctica.
De todas formas, decidamos trabajar el nivel que decidamos, no nos forcemos a nada, creyendo que un nivel es mejor que el otro. Lo que no se hace desde la conciencia, no sirve para nada. Lo importante es la decisión del autoconocimiento, la forma de hacerlo ya la iremos sintiendo.
Frases que podemos trabajar en nuestro recogimiento interno diario:
1. Decido Aquí Y Ahora Iniciar Este Camino De Autoconocimiento Interior: Escucho Mi Intuición.
2. Decido Aceptarme Y Amarme Tal Como Soy Aquí Y Ahora, Física, Emocional Y Mentalmente.
3. Decido En Este Instante Entregarme Al Presente Y Dar Gracias.
4. Me Observo Respirando Y Siento En Mi La Energía Vital.
5. Entro En Mi Quietud Y Escucho El Latido De Mi Corazón Dando Gracias.
6. Si Surgen Pensamientos, Los Miro Sin Juzgar Y No Establezco Diálogo Con Ellos.
7. En Este Instante Me Entrego, En Este Instante Confío, En Este Instante Agradezco.
Hasta el próximo día.