CHAKRA FRONTAL

Resumen de la sesión de trabajo del pasado lunes 03.03.08

El sexto centro de la conciencia es el chakra frontal, es uno de los dos centros de la realización. Se encuentra entre las cejas, por encima de los ojos, y se exterioriza a través de la glándula pineal. Rige, además de a ésta, ojos, nariz, oídos y, en cierto grado, el cerebro. Es el chakra de la Luz, el “tercer ojo”. Su color es el violeta.

Es el centro de la concentración, de la imaginación y de la visualización, facultades de la personalidad que, con intención de ir hacia la integración, ya contacta con el alma y se deja guiar por ella. De esta forma integramos espíritu y materia; todavía hay separación, nos vemos como alma individual, pero sabiendo que un día viviremos la experiencia de Unidad.
Con este chakra mal activado corremos el riesgo de engancharnos a la materia (chakras inferiores) creyendo solo en lo que vemos o tocamos, o bien de rechazar todo lo físico, creyendo que así nos “salvamos”. Ambas posturas son de separación, por lo tanto contrarias a la Unidad.
Con la actividad equilibrada de este centro, en el ser humano se despierta la clarividencia, la telepatía…., predispone a la sanación.

Cuando nuestra conciencia resida en este centro, las cadenas que todavía nos mantenían atados, poco a poco irán desapareciendo. Desde este lugar de paz observaremos nuestra vida en los otros cinco centros, tomando el papel de observador/a de nosotros mismos, sin ningún juicio.
Desde aquí nos damos cuenta de que cualquier acción puede ser vivida desde el centro que decidamos, por ejemplo: un alimento, lo podemos experimentar desde la seguridad que nos puede dar nutrirnos, desde la sensación que tenemos al gustar ese alimento, o desde el poder que nos produce tener alimentos, (chakras inferiores), o lo podemos experimentar desde el agradecimiento y la confianza (centros del Amor y la Abundancia) hacia el Universo que siempre nos da lo que necesitamos.
Desde este centro no nos juzgamos, simplemente somos testigos de nosotros mismos y observamos desde dónde actuamos, siendo así una forma de conocernos naturalmente y sin culparnos cuando creyendo estar durante ya mucho tiempo, por ejemplo, en el centro del Amor, nos sorprendemos con emociones de cólera o ira, más habituales del centro del poder. Somos conscientes de todo esto y aceptamos y miramos incluso esa rabieta desde ese lugar pacífico del observador.
Somos conscientes de que todos estamos representando el papel que nos dictan nuestros hábitos programados, pero este papel lo representan nuestro cuerpo y nuestra mente, y no somos ni nuestro cuerpo ni nuestra mente. Somos Conciencia Pura observándonos sin juicios, en el aquí y ahora de nuestra vida.