Resumen de la sesión de trabajo del pasado lunes 25.02.08.
El quinto centro energético es el chakra laríngeo, (junto con el cardíaco son los dos centros gozosos). Se sitúa en la garganta, equivale a la glándula tiroides. Energetiza la garganta, la tiroides y paratiroides, las cuerdas vocales, la tráquea, los bronquios y los pulmones. Su color es el azul. Es la sede de la expresión y de la comunicación.
Se manifiesta en el poder de la palabra, creadora de realidad, por eso este chakra nos ayuda en el cambio mental. Este chakra y el del plexo solar (sede de las emociones), son los más afectados por bloqueos, debido a nuestra forma de pensar.
Cuando fusionamos la inteligencia con la actividad, equilibramos intuición y acción y surge la creatividad. Muchas personas dedicadas a las artes tienen activado este chakra, creando bellas obras en beneficio de la humanidad, aunque también este chakra puede estar sobre-activado llevándonos a la creación de elementos destructivos orientados hacia la violencia y separatividad.
Este centro es también llamado el centro de la abundancia.
Cuando poco a poco hemos ido plantando la semilla del Amor en nuestra conciencia y hemos aprendido a aceptarnos y a amarnos tal como somos aquí y ahora a nosotros mismos y a los demás, nos damos cuenta del resultado de esta experiencia en nuestra vida cotidiana. Confiamos cada vez más en la abundancia del Universo, la Energía fluye a favor de satisfacer tanto nuestras necesidades como las de los demás, y somos capaces de responder con Amor y en un estado de profunda paz interior ante cualquier clase de experiencia que nos traiga la vida, comprendiendo y creyendo que la experiencia a vivir es la mejor para nuestra propia evolución, porque, o nos lleva a un más alto nivel de conciencia, o bien nos ayuda a reprogramar alguna programación antigua que quizás todavía pudiera existir.
A medida que vayamos experimentando esa Paz y ese Amor, nos relacionaremos con muchas más personas de ideas y creencias diametralmente opuestas, dispuestos a aprender de ellas y a amar e integrar lo que no manifestamos nosotros.
En este nivel de conciencia, comenzamos a sentir que creamos en nuestra vida el “cuerno de la abundancia”. Siempre es todo suficiente, aquí experimentamos a las personas y situaciones como parte de un mundo generoso que nos da siempre lo que necesitamos para ser felices y así transmitir esa felicidad, nos sentimos como en casa en todas partes, nos dejamos ayudar y ayudamos sin creer que creamos obligación o compromiso. Comenzamos a vivir el milagro de la vida en cada instante.
Cuando elevamos nuestra frecuencia vibratoria tenemos todo y no intentamos retener nada. La enorme energía que gastábamos en nuestras adicciones a los centros inferiores (de la seguridad, sensación y poder), ahora podremos utilizarla en beneficio nuestro y de los demás, pero sin apegos.
Si creemos en la Abundancia del Universo, confiamos en que en cada instante llega a nosotros lo necesario para ser felices. Nos entregamos y todo fluye.
El quinto centro energético es el chakra laríngeo, (junto con el cardíaco son los dos centros gozosos). Se sitúa en la garganta, equivale a la glándula tiroides. Energetiza la garganta, la tiroides y paratiroides, las cuerdas vocales, la tráquea, los bronquios y los pulmones. Su color es el azul. Es la sede de la expresión y de la comunicación.
Se manifiesta en el poder de la palabra, creadora de realidad, por eso este chakra nos ayuda en el cambio mental. Este chakra y el del plexo solar (sede de las emociones), son los más afectados por bloqueos, debido a nuestra forma de pensar.
Cuando fusionamos la inteligencia con la actividad, equilibramos intuición y acción y surge la creatividad. Muchas personas dedicadas a las artes tienen activado este chakra, creando bellas obras en beneficio de la humanidad, aunque también este chakra puede estar sobre-activado llevándonos a la creación de elementos destructivos orientados hacia la violencia y separatividad.
Este centro es también llamado el centro de la abundancia.
Cuando poco a poco hemos ido plantando la semilla del Amor en nuestra conciencia y hemos aprendido a aceptarnos y a amarnos tal como somos aquí y ahora a nosotros mismos y a los demás, nos damos cuenta del resultado de esta experiencia en nuestra vida cotidiana. Confiamos cada vez más en la abundancia del Universo, la Energía fluye a favor de satisfacer tanto nuestras necesidades como las de los demás, y somos capaces de responder con Amor y en un estado de profunda paz interior ante cualquier clase de experiencia que nos traiga la vida, comprendiendo y creyendo que la experiencia a vivir es la mejor para nuestra propia evolución, porque, o nos lleva a un más alto nivel de conciencia, o bien nos ayuda a reprogramar alguna programación antigua que quizás todavía pudiera existir.
A medida que vayamos experimentando esa Paz y ese Amor, nos relacionaremos con muchas más personas de ideas y creencias diametralmente opuestas, dispuestos a aprender de ellas y a amar e integrar lo que no manifestamos nosotros.
En este nivel de conciencia, comenzamos a sentir que creamos en nuestra vida el “cuerno de la abundancia”. Siempre es todo suficiente, aquí experimentamos a las personas y situaciones como parte de un mundo generoso que nos da siempre lo que necesitamos para ser felices y así transmitir esa felicidad, nos sentimos como en casa en todas partes, nos dejamos ayudar y ayudamos sin creer que creamos obligación o compromiso. Comenzamos a vivir el milagro de la vida en cada instante.
Cuando elevamos nuestra frecuencia vibratoria tenemos todo y no intentamos retener nada. La enorme energía que gastábamos en nuestras adicciones a los centros inferiores (de la seguridad, sensación y poder), ahora podremos utilizarla en beneficio nuestro y de los demás, pero sin apegos.
Si creemos en la Abundancia del Universo, confiamos en que en cada instante llega a nosotros lo necesario para ser felices. Nos entregamos y todo fluye.