El chakra cardíaco, como indica su nombre se sitúa en el corazón y equivale a la glándula timo. Energetiza al timo, al corazón, al sistema circulatorio y a los pulmones. Su color es principalmente el verde.
Este chakra es el mediador entre los tres chakras inferiores (naturaleza física) y los tres superiores (naturaleza espiritual).
Cuando aprendemos que no podemos obtener la felicidad centrándonos en los tres chakras inferiores (seguridad, sensación o poder), ya que el de la seguridad “siempre” puede encontrar algo por lo que nos podamos sentir inseguros, el de la sensación se cansa de lo repetitivo y nos lleva a la trampa del aburrimiento generando otros problemas, y el del poder, con su manipulación y control, estimula respuestas similares en los demás, llevándonos al conflicto; cambiamos poco a poco nuestras adicciones por preferencias y enfocamos nuestra conciencia hacia el centro cardíaco, el centro del Amor, uno de los dos centros gozosos.
Hay en este centro un gran cambio vibratorio respecto al anterior chakra (plexo solar).
Con nuestra conciencia cada vez mas enfocada hacia este centro, llega a nosotros una energía de aceptación incondicional hacia nosotros mismos y hacia todo y todos los que nos rodean. Aceptamos instantáneamente cualquier cosa que ocurra aquí y ahora. Naturalmente seguimos teniendo nuestras preferencias en el desarrollo de las situaciones, pero nos damos cuenta de que no son los acontecimientos exteriores lo que nos perturba, sino nuestra programación condicionada y exigente de cómo deberían ser las personas o las situaciones.
Poco a poco comienzan a desaparecer las adicciones y la necesidad de satisfacción personal. Somos conscientes de que cada cual tiene su pieza del puzzle, del color y la forma adecuada, y que sin esa pieza, por pequeña e insignificante que nos parezca, la obra no esta completada. Comprendemos que todos estamos en este camino de evolución que nos lleva hacia niveles superiores. El centro del Amor es la aceptación, desde el corazón, de todos y de todo tal como es aquí y ahora.
Sin embargo, con la sobrestimulación de este centro, podemos llegar a preocuparnos en exceso de los demás y poco por nosotros mismos, quedando así muy reducida esa energía de Amor que queremos transmitir. AMA AL PRÓJIMO COMO A TI MISMO.
La energía individualista de los chakras inferiores cambia su vibración hacia la conciencia grupal, surge la bondad, el altruismo, la compasión y la aceptación instantánea de lo que es.
Desde este centro disfrutamos cada vez más contactando con más gente, porque ya no vemos en ellos una amenaza, damos y recibimos, aprendemos y enseñamos, mejora nuestra salud: el sistema circulatorio, los pies y las manos están más cálidos, porque nuestro corazón es más cálido. Podemos ayudar a los que todavía son esclavos de sus adicciones inferiores a través de la compasión, de la comprensión del proceso, ya que también hemos estado ahí. No intentamos cambiar a nadie, ni dar consejos, somos conscientes de que todos estamos donde debemos estar, nuestra mejor ayuda es que los demás sientan que los amamos tal como son (digan lo que digan, hagan lo que hagan…) y eso solo lo logramos cuando ese proceso se ha realizado en nosotros mismos, cuando nos miramos con mirada compasiva y nos amamos tal como somos.
La propuesta de hoy es: ¿vamos a probar a amarnos y a amar un poco más?... el resultado de esta propuesta en nuestra vida cotidiana… ¿seria de realidades más gozosas?