Resumen de la sesión de trabajo iniciada el pasado lunes 21/01/08.
El ser humano está formado por varios cuerpos de diferente densidad, que le ayudan a expresarse en los diferentes planos: físico, emocional y mental.
El cuerpo físico, a su vez, está compuesto por una parte etérica o intangible, y por otra parte densa, concreta, y tangible.
El cuerpo físico-etérico está situado aproximadamente dos o tres centímetros alrededor de nuestro cuerpo físico-denso. Es un cuerpo de energía que nos envuelve. Este cuerpo tiene varios puntos de entrada y salida de esta energía, llamados chakras (en sánscrito “ruedas energéticas”).
Los siete chakras mayores fluyen por el principal canal de energía: el interior de la espina dorsal. Estos centros actúan como un adaptador en una red eléctrica. Esto es necesario para adaptar la alta frecuencia de la energía entrante, a la lentitud y densidad de nuestro cuerpo físico-denso, ya que este cuerpo no puede percibir ninguna energía que sobrepase su propia vibración.
Dejadme aquí hacer un inciso: nuestros chakras se van abriendo a medida que vamos abriendo nuestra mente y vamos adquiriendo mayor nivel de conciencia, siempre en un proceso evolutivo y sin forzarnos a ello. Por su proceso natural los primeros chakras en abrirse son los que vibran menos, correspondientes a la parte material, y los últimos chakras en abrirse son los relacionados con la espiritualidad, por ser de vibración mas alta.
O sea, que este proceso evolutivo progresa de forma natural y sin forzar. Este proceso de apertura depende de nuestra propia evolución (emociones, pensamientos…), y así se van abriendo los canales energéticos.
El ser humano está en proceso de SER.
El ser humano está formado por varios cuerpos de diferente densidad, que le ayudan a expresarse en los diferentes planos: físico, emocional y mental.
El cuerpo físico, a su vez, está compuesto por una parte etérica o intangible, y por otra parte densa, concreta, y tangible.
El cuerpo físico-etérico está situado aproximadamente dos o tres centímetros alrededor de nuestro cuerpo físico-denso. Es un cuerpo de energía que nos envuelve. Este cuerpo tiene varios puntos de entrada y salida de esta energía, llamados chakras (en sánscrito “ruedas energéticas”).
Los siete chakras mayores fluyen por el principal canal de energía: el interior de la espina dorsal. Estos centros actúan como un adaptador en una red eléctrica. Esto es necesario para adaptar la alta frecuencia de la energía entrante, a la lentitud y densidad de nuestro cuerpo físico-denso, ya que este cuerpo no puede percibir ninguna energía que sobrepase su propia vibración.
Dejadme aquí hacer un inciso: nuestros chakras se van abriendo a medida que vamos abriendo nuestra mente y vamos adquiriendo mayor nivel de conciencia, siempre en un proceso evolutivo y sin forzarnos a ello. Por su proceso natural los primeros chakras en abrirse son los que vibran menos, correspondientes a la parte material, y los últimos chakras en abrirse son los relacionados con la espiritualidad, por ser de vibración mas alta.
O sea, que este proceso evolutivo progresa de forma natural y sin forzar. Este proceso de apertura depende de nuestra propia evolución (emociones, pensamientos…), y así se van abriendo los canales energéticos.
El ser humano está en proceso de SER.