Busca tu espacio, TODO esta en ti. La forma en que vivimos nos hace creer que el esfuerzo para conseguir cosas nos dará la felicidad, y, poco a poco, nos perdemos en ese absurdo.
Es todo muy sencillo, pero complicado de entender y, quizás, más de aplicar, pero no imposible.
El primer punto es observarte, sentirte, escucharte, darte tu espacio, cuidar tu interior, ver qué te pide tu INTUICIÓN, tu parte creativa y sabia, tu parte femenina, y después, tu parte masculina pone acción, realiza. Así todo es un dar y recibir constante en ti mismo.
Pero el razonamiento generalmente es el que gana. Todo lo que hacemos es muy pensado, muy razonado y valorando lo que nos puede reportar, queremos tener “garantías beneficiosas” de todas nuestras acciones, ese es el camino que conocemos, en el que nos movemos y, además, el que creemos que es el mejor.
Pero un día, “algo” dentro de nosotros nos dice que la VIDA, no es solo levantarte, esforzarte para sentirte valorado por los demás, dedicar muchas horas a un trabajo que te da justo para sobrevivir y además no te gusta, “ir tirando” como se dice, y, además, la gente esta conforme con “ir tirando”, cree que es así como hay que vivir y la “bola” se hace cada vez más grande… ya no se puede salir de ella?
Sí, no te preocupes, pero sí ocúpate, siempre hay salida cuando empiezas a darte cuenta.
Busca un pequeño (de momento) espacio y tiempo. Siéntate cómodo, mejor en silla de respaldo recto, no busques posturas complicadas a las que no estás acostumbrado, tampoco estirado, los pies en contacto con la tierra y la coronilla hacia el cielo, la energía yin y yang alineadas, obsérvate sin juicios, física, emocional y mentalmente, desde los pies a la cabeza, observa tu respiración y relaja todo tu cuerpo. La mente alerta de las sensaciones o pensamientos que se puedan presentar, observa sin juzgar, nada más, pero nada menos, practica, practica, practica ……poco a poco te darás cuenta de que la VIDA es para gozarla, no para sufrirla.
Es todo muy sencillo, pero complicado de entender y, quizás, más de aplicar, pero no imposible.
El primer punto es observarte, sentirte, escucharte, darte tu espacio, cuidar tu interior, ver qué te pide tu INTUICIÓN, tu parte creativa y sabia, tu parte femenina, y después, tu parte masculina pone acción, realiza. Así todo es un dar y recibir constante en ti mismo.
Pero el razonamiento generalmente es el que gana. Todo lo que hacemos es muy pensado, muy razonado y valorando lo que nos puede reportar, queremos tener “garantías beneficiosas” de todas nuestras acciones, ese es el camino que conocemos, en el que nos movemos y, además, el que creemos que es el mejor.
Pero un día, “algo” dentro de nosotros nos dice que la VIDA, no es solo levantarte, esforzarte para sentirte valorado por los demás, dedicar muchas horas a un trabajo que te da justo para sobrevivir y además no te gusta, “ir tirando” como se dice, y, además, la gente esta conforme con “ir tirando”, cree que es así como hay que vivir y la “bola” se hace cada vez más grande… ya no se puede salir de ella?
Sí, no te preocupes, pero sí ocúpate, siempre hay salida cuando empiezas a darte cuenta.
Busca un pequeño (de momento) espacio y tiempo. Siéntate cómodo, mejor en silla de respaldo recto, no busques posturas complicadas a las que no estás acostumbrado, tampoco estirado, los pies en contacto con la tierra y la coronilla hacia el cielo, la energía yin y yang alineadas, obsérvate sin juicios, física, emocional y mentalmente, desde los pies a la cabeza, observa tu respiración y relaja todo tu cuerpo. La mente alerta de las sensaciones o pensamientos que se puedan presentar, observa sin juzgar, nada más, pero nada menos, practica, practica, practica ……poco a poco te darás cuenta de que la VIDA es para gozarla, no para sufrirla.